lunes, 24 de febrero de 2014

La ONU Contra la Iglesia


La Organización de Naciones Unidas realizó recientemente un informe donde vomita todo el odio visceral que guarda hacia la Santa Religión. Resulta que se acusa al Vaticano de “violar los derechos de la infancia”
al no entregar a los pedófilos a las autoridades civiles.

No nos vamos a centrar en el documento, pero es importante remarcar que, además de la acusación, exigen que la Iglesia cambie su posición respecto a la homosexualidad y que apruebe el aborto en casos de menores de edad, entre otras cosas. Es raro que por un lado digan que quieren proteger a los menores, pero por el otro exijan que se los asesine o se los entregue a una pareja de sodomitas.

El embajador de Ginebra, Monseñor Silvano Tomasi, respondió a las acusaciones diciendo que “el informe era distorsionado, injusto, tendencioso y que respondía a una ideologización detrás de la cual estaban grupos defensores de los derechos homosexuales”. Es sustancial comprender las palabras del Monseñor Tomasi, ya que resumen perfectamente la cochambre ideológica que impulsa la ONU.

Entre los objetivos que se propone esta organización, están:

* Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

* Promover la igualdad entre los “géneros” y la autonomía de la mujer.

* Reducir la mortalidad infantil.

* Mejorar la salud materna.

Podemos nombrar otros, pero creo que con estos nos alcanza para divisar de lejos la paradoja que existenentre sus objetivos y su accionar.

Losngrupos de presión homosexual y feministas inventan derechos ilegítimos. Pongamos como ejemplo el “matrimonio” igualitario que recientemente se aprobó en nuestro país (Argentina) con la aclamación de la presidente y todos sus secuaces oficialistas y opositores:

La palabra matrimonio proviene del latín “matris” (madre o matriz) y “munium” (cuidado); unidas ambas significa “cuidado de la madre o la matriz”. El concepto surge de la tradición judeo-cristiana, donde bien se sabe que el padre provee el sustento económico a su familia y la madre cumple el rol insustituible de sustentar a la familia en el plano espiritual, enseñando a sus hijos la recta doctrina, y en el educativo. Resumiendo, el matrimonio debe garantizar la protección de la mujer para que pueda llevar adelante su tarea de madre que es, sin lugar a dudas, el rol más honorífico que un ser humano puede tener y el cual muchos hombres desearían ocupar. Por lo tanto, lejos de “atentar” contra la mujer, el matrimonio fue instituido por Dios para protegerla y darle ese lugar único en la familia, como lo hizo con la Santísima Virgen María.

Cuando la legislación nacional tenía un poco de sentido común, los homosexuales tenían el mismo derecho que los heterosexuales de contraer matrimonio. Si de repente un hombre homosexual decidía casarse con una mujer, podía hacerlo tranquilamente. Es falso que se les “truncaba un derecho fundamental”. Lo que hizo la nueva legislación es inventar un derecho de la nada. Aunque se le quiera llamar matrimonio, sabemos que no lo es por lo que vimos arriba; se contradice con el concepto porque los elementos que lo componen son cosmológica y teológicamente incompatibles.

¿Y pretenden darle la misma dignidad a la mujer, permitiendo que un hombre sexualmente desviado decida pertenecer al sexo femenino y sea considerado como tal? ¿Se puede mejorar la salud materna desconociendo la esencia del concepto de maternidad? ¿Acaso a alguien se le puede cruzar por la cabeza asesinar cobardemente a un bebé en el vientre de su propia madre y jactarse de enarbolar la lucha contra la mortalidad infantil?

La praxis marxista y liberal atenta abiertamente contra la Iglesia. Sabemos muy bien que las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella, pero igualmente debemos defenderla ante el avasallamiento del Príncipe del Mundo que hoy mora en la ONU, pero también en nuestros gobernantes y en todos los depravados que, mediante el sufragio, los ponen en el poder, dando lugar a las políticas que están destruyendo hasta los últimos vestigios que todavía quedan vivos de la Cristiandad.

Les ruego que entre sus plegarias pidan al Todopoderoso que, aunque todo esto tenga que ocurrir, nos de las fuerzas para mantenernos firmes en la lucha, sobre todo espiritual, para no ceder ante el mal que hoy azota con tanto ímpetu contra la Barca de Pedro. Igualmente supliquemos que nos de cada día más Fe, Esperanza y Caridad, ya que son las virtudes que nos van a proveer las armas para dar lucha con eficacia y esperar el Juicio Final en auténtica paz. Creo que un acto grandísimo de amor sería también orar por la conversión de quienes llevan adelante estas ideologías.

Les dejo un video donde el Monseñor Héctor Aguer (Arzobispo de La Plata, Argentina) explica de manera clara y breve el problema de la ONU y las políticas que impulsa.

http://www.youtube.com/watch?v=dMxwwpLtkCQ
                                                                                                                                       Gustavo Arias.

Este artículo fué posteado con anterioridad. Debido a dificultades con el video que en el mismo se incluye, tuvo que ser nuevamente publicado.

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