martes, 6 de mayo de 2014

Aborto - Un Caso Para Reflexionar

El aborto en Argentina está penado en el artículo 86 del C.P. Aunque en el mismo Código, en los incisos 1° y 2° del artículo antes citado existen justificativos para este crimen, no fue hasta el año 2012, por disposición de la Suprema Corte de Justicia, que se permite practicar un aborto en casos de violación, a cualquier mujer, cualquiera sea su condición o el riesgo que corre. En síntesis, lo que la Corte Suprema de Justicia hizo fue despenalizar el aborto de facto.

Para entender cómo es que la Corte Suprema llegó a este grado de irracionalidad, tenemos que revisar un poco el “currículum” de la actual ministra de dicha corte. Se trata de Carmen María Argibay, militante atea y feminista, que está a favor de la despenalización del aborto por considerarlo un “derecho” de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Fue presa política durante el Proceso de Reorganización Nacional e integra la Corte desde el 3 de Febrero del año 2005.

Desde la reforma de la Constitución del año 1994, el Pacto de San José de Costa Rica, que entre otras cosas, declara inviolable el derecho a la vida del no nacido, tiene jerarquía constitucional. La “década ganada” en nuestro país instrumentalizó esta Convención de DDHH para vengarse de sus antiguos enemigos y así encarcelar a militares ancianos en cárceles comunes (violando el Pacto), dejar en libertad a personas que instauraron el terror en las décadas del 60 y 70, darles cargos públicos importantísimos, destruir totalmente a las FF.AA., FF.SS y FF.PP, y un sinfín de singularidades que sólo pueden tener lugar en un régimen criminal.

Entre los beneficiados de estas disposiciones, está la señora Argibay. Como cualquier persona con un poco de sentido común puede pensar, la tortura llevada a cabo por algunos miembros de las Fuerzas en época del Proceso, es inadmisible, por más criminal que sea el torturado. Obviamente, esto se aplica aún con mayor peso para el inocente. ¿A esta señora le importan realmente los DD.HH, siendo que por un lado execra las torturas a terroristas, pero por el otro considera asesinar a un bebé un derecho?

Hace pocos días, invadió los medios la noticia de una adolescente de 13 años, abusada sexualmente por un degenerado, que quedó embarazada. En un hospital público se negaron a practicarle el aborto, pero días después se lo practicaron en una clínica privada. El niño que había sido concebido en el vientre de esta chica tenía ya seis meses. Un mes y medio atrás de esta noticia, en nuestro país, nacía un bebé seismesino. Y casos de niños nacidos antes, abundan.

Muchos criminales que apoyan la práctica del aborto, aducen que el bebé en el vientre de su madre, aún no es persona. ¿Realmente puede existir un convencimiento pleno de esta afirmación, que atenúe la criminalidad de esta gente, o tenemos que pensar que se trata de verdaderos genocidas? Yo me inclino por la segunda opción. Es inaudito pensar que los miles de militantes feministas, que buscan la implementación del aborto, utilizando todas las herramientas jurídicas a su alcance, presión política y otras estrategias; sean tan imbéciles como para no saber que un bebé de seis meses es una persona.

Algunos “representantes del pueblo”, hace muy poco, salieron a festejar el bautismo de la hija de una mujer unida civilmente con otra. Fue realmente una fiesta que tuvo repercusión internacional y hasta contó con la participación de la "Señora del 54%". Lo que tendría que haber sido un bautismo normal, de una niña que no tiene la culpa de la inmoralidad de los mayores, ocupó muchas páginas de periódicos y estuvo en boca de muchas personalidades importantes.

Hasta hoy, absolutamente nadie salió a opinar sobre el asesinato de este bebé. Ni siquiera un minuto de silencio en el ámbito público. Ni una muestra de sensibilidad, aunque sea hipócrita, de quienes supuestamente tienen que tutelar la integridad de las personas.

¿Qué método habrán utilizado en esa clínica para extraer del vientre de la adolescente a ese bebé? Como comentaba arriba, hay bebés que nacen seismesinos, por lo tanto ya tenía todo el sistema nervioso desarrollado. ¿Qué hicieron cuando vio la luz para matarlo? ¿En qué mente podrida puede caber la posibilidad de desmembrar a una criatura inocente? Nadie se lo pregunta. Solamente se puede ver a las feministas desnudas en las calles, celebrando un logro más y a uno que otro periodista emitiendo opiniones baladíes sobre si está bien o mal lo que hicieron estos malditos. ¿Qué van a hacer con la adolescente que tiene el trauma de haber sido violada y ahora se le agregó otro peor? ¿Van a salir a decir que era peor que diera a luz a su hijo y darlo en adopción, que asesinarlo?

En el siglo pasado se justificaban matanzas en masa, culpando a grupos minoritarios de las desgracias de una población. Hoy se justifica la matanza de bebés, seres totalmente indefensos, adjudicándoles todos los males sufridos por sus madres. ¿No nos alcanzaron las masacres que llevaron a cabo tantas dictaduras, que justificaban el genocidio, para aprender que el valor de la vida humana no tiene por encima ningún otro derecho? Y mucho menos cuando se trata de la vida de un inocente.

Recemos, hermanos, por esos niños asesinados, sin oportunidad siquiera de un bautismo. Que la Misericordia de Dios los acoja en su Reino. También pidamos por los promotores de esta cultura de la muerte, para que el Señor pueda tocar sus corazones, se arrepientan y puedan salvar sus almas.

Que Dios los bendiga.

Gustavo Arias.

2 comentarios:

  1. Es así, el aborto es un asesinato. Es muy bueno para la sociedad propagar conciencia del horror de este crimen de lesa humanidad. Lo saluda Deaquino.

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    1. Exactamente. Es lamentable que, habiendo tantos progresos técnicos, tengamos que vivir esta época donde se asesina a bebés inocentes.

      ¡Gracias por visitar el blog!

      Dios te bendiga.

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