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martes, 10 de noviembre de 2015

Mantener la Esperanza

Desde la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, pasando por todo el magisterio social de sus sucesores, el marxismo ha sido, directa o indirectamente, condenado por la Iglesia. Digo directa o indirectamente porque en muchas ocasiones se consideró al marxismo como un todo, poniendo de manifiesto que se trata de una ideología intrínsecamente perversa, pero también se han condenado rasgos particulares de esta subversión doctrinal, como la lucha de clases, el profundo ateísmo que sostiene, el terrorismo o las distintas sub-ideologías que han ido confluyendo en lo que hoy podríamos llamar un “marxismo democrático” o, para utilizar un término más propio, una “socialdemocracia”.

Como todos sabemos, los que vienen dominando el plano político de nuestro país desde hace doce años, pueden ubicarse en esta socialdemocracia. Muchos funcionarios del gobierno actual fueron parte de aquella “juventud idealista” que utilizaba la violencia, asesinando militares, policías, empresarios y muchas otras personas que eran para ellos enemigos de la “causa socialista”. Por supuesto que, si moría un niño de 3 años (1) en manos de estos criminales, era un “efecto colateral” y, en muchas ocasiones, necesario.

Gracias a la guerra anti-subversiva llevada a cabo por nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, los terroristas tuvieron que deponer las armas, empero, perdida la guerra armada, nunca perdieron la ideológica y, frente a este panorama, la Iglesia se ha ido pronunciado y advirtiendo sobre los peligros de este terrorismo ideológico. Un ejemplo claro de esta resistencia a los enemigos de la Santa Fe, es la del entonces Cardenal Bergoglio, cuando en 2010 advirtió sobre “una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios” (2), al tratarse la imposición demoníaca del “matrimonio homosexual”, que finalmente fue llevada a cabo (3).

Recientemente tuvo lugar la aprobación del nuevo Código Civil, que pulveriza el concepto de familia y hace del matrimonio un contrato rescindible con la sola voluntad de uno de los contrayentes, además de introducir conceptos de la ideología de género y de quitar la patria potestad a los padres (4); por lo que los niños pasarían a pertenecer al Estado, obviamente, si no son asesinados en un hospital público mediante el aborto, como autoriza actualmente el Ministerio de Salud (5)

Resulta que hace un tiempo se viene ejerciendo desde el oficialismo una campaña para desmerecer a aquellos que proponen un cambio de rumbo para la Argentina. Algunos le llaman “campaña del miedo”, pero yo prefiero llamarle, limpia y llanamente, terrorismo, ya que pretende causar terror colectivo para perpetuarse en el poder, utilizando para ello la calumnia y demás inmoralidades.

Lo peor de todo es que, entre las calumnias, hay “medias verdades” esgrimidas contra la alianza Cambiemos, que resultan ser buenas, pero son consideradas por los apátridas como contrarias a la “causa nacional y popular”. Me explico: Acusan a Mauricio Macri de querer volver a las políticas de los 90’, basándose en declaraciones aisladas del líder de Cambiemos y otros funcionarios afines a él, advirtiendo que, en caso de que sea presidente, se van a terminar las asignaciones universales, el Pro.Cre.Ar y demás logros del gobierno actual. Cualquiera que tenga un poco de criterio puede darse cuenta de que se tratan de acusaciones sin ningún fundamento, o sea, de mentiras. Por otro lado acusan al bloque opositor de haber resistido al “matrimonio homosexual”, el aborto y demás perversiones, como si se trataran de logros, cuando en realidad son la espada que atravesó el Corazón Inmaculado de María Santísima al ver a su Hijo humillado, escupido, con su carne desgarrada y sus manos y pies taladrados por los que cometieron ese deicidio, que se sigue ejecutando aún hoy en la cotidianeidad de nuestras vidas inclinadas al pecado, pero sobre todo, en los que son partícipes de estos pecados colectivos que claman al cielo.

Respecto a las calumnias lanzadas contra Cambiemos, no hay mucho que decir. Son conjeturas del oficialismo que tienen, como único sustento, frases descontextualizadas de Macri o algún otro funcionario afín a él. Decir que Cambiemos es volver a los 90’ y tener a candidatos que fueron funcionarios en esa época, es incoherente. Lo mismo podemos decir de la supuesta privatización de la Petrolera YPF que el bloque Cambiemos haría. ¿Acaso no fueron los que hoy están en el oficialismo los que apoyaron su privatización en los 90’? ¿Haber estafado a Repsol fue una medida a favor de los intereses de la Nación o una forma más de demostrar una “omnipotencia política”, típica de los gobiernos dictatoriales populistas?

Las medias verdades a las que me referí más arriba, las cuales eran buenas en sí mismas, tienen estas características porque, por un lado, no fue unánime la oposición del partido Propuesta Republicana al “matrimonio homosexual” y demás medidas contrarias a la moral que impuso el oficialismo y, por el otro; oponerse a esas barbaridades hubieran sido virtudes, no males de los cuales acusar a los personajes de Cambiemos.

El Cardenal Bergoglio salió a defender en 2009 el matrimonio y a la familia, frente al avasallamiento de la justicia, que permitió que dos hombres se “casen”. El líder del PRO fue quien no apeló esa medida y, paradójicamente, Scioli era el “defensor” del matrimonio (6). Recientemente, Mauricio Macri dijo que estaba a favor de la vida (7), por lo que estarían las puertas cerradas al aborto si fuera presidente, pero resulta que, entre sus filas, hay abortistas declarados (8).

Hoy la publicidad oficialista “acusa” a Cambiemos de haber votado en contra del “matrimonio homosexual”, pero resulta que Scioli también está en contra (6), entonces ¿cómo es la cosa?
No hace falta ser licenciado en ciencias políticas, sociología o alguna especialidad de grado para colegir que hay dos caminos disponibles que no van a tener en su agenda la divisa del Santo Fundador de la Compañía de Jesús, Ad maiorem Dei gloriam, que todo cristiano debería defender y exigir de sus gobernantes; pero sí estoy seguro que, aunque sea para acabar con la dinastía kirchnerista, que tanto daño está haciendo a la República, es menos malo optar por el “cambio”.

Quiero aclarar que, bajo ningún punto de vista estoy pretendiendo apoyar a la alianza Cambiemos, simplemente estoy diciendo que, visto que el enemigo más fuerte no es el cambio, sino la continuidad, queda la opción de apoyar el cambio o abstenerse. Cada uno podrá examinar su conciencia respecto a qué tan legítimo es apoyar al cambio. Personalmente creo que la abstención, mediante el voto nulo, es la opción correcta, como lo dije en un artículo anterior (9). De lo que sí estoy seguro, y no por ser un erudito en materia moral, sino por simple sentido común; es que apoyar al kirchnerismo, es ir en contra de Cristo (Mateo 12:30).

Alguien podrá, legítimamente, preguntarme: ¿Entonces estamos perdidos? ¿El futuro de nuestra Argentina es el libertinaje, la inmodestia en el vestir, la sodomía, la fornicación, el concubinato, el aborto, el adulterio, la drogadicción, el crimen y una larga lista de etcéteras, que hacen que la esperanza en un país cristiano sea sólo una linda idea?

Si seguimos como vamos, seguramente será imposible mejorar algún aspecto de los mencionados arriba. Con el “cambio” capaz algunos de los que antes se oponían al “matrimonio homosexual” y ahora se arrepintieron, puedan volver sus pasos sobre senda del error y encaminarse nuevamente a la Verdad. Es posible que el aborto no tenga lugar en nuestro país, al menos durante cuatro años. Quizá haya un acercamiento más amistoso a la Iglesia y podamos trabajar Iglesia-estado de la mano para un futuro mejor. Con todo, no hay que ser ingenuos, tampoco propongo un pesimismo enfermo o el colmo de la pusilanimidad; pero sí es importante poner los pies sobre la tierra, armarse de valor y mantener la Esperanza. No hablo de una esperanza mundana, que puede ser el sinónimo de la estupidez, sino de la Esperanza como virtud, que todos los hijos de Dios tenemos.

Tenemos que confiar en las promesas de Cristo y tener en cuenta que no somos del mundo aunque estemos en él (Juan 15:19). No podemos esperar la plena perfección en este valle de lágrimas, pero si debemos tener nuestra Esperanza puesta en que, buscando el Reino de Dios y su perfecta Justicia, todo lo demás se nos dará por añadidura (Mateo 6:33). San Pablo nos habla en el capítulo 6 de su Primera Carta a Timoteo, exhortándonos a pelear el buen combate de la Fe (v. 12).

Busquemos el Reino de Dios, practiquemos las Bienaventuranzas y seamos testigos de Aquél que murió en una cruz, cargando el peso de todos nuestros pecados para redimir al género humano. Dejemos que María Santísima limpie las inmundicias de nuestros corazones, como lo hizo en la Gruta de Belén, para que el Mesías nazca cada día en nosotros. Recemos el Santo Rosario y ofrezcámoslo en reparación por todos los pecados que cometemos como nación y por los propios. Defendamos la Verdad en nuestros trabajos, en nuestras familias, con nuestros amigos y en toda ocasión que se nos presente.

Las minorías inventan derechos de la nada por la constancia que ponen en sus planes demoníacos, como es el “matrimonio homosexual”. Cuánto más podríamos hacer nosotros si pusiéramos nuestras fuerzas en defender la Verdad, para el bien de nuestra Patria, de nuestras familias, pero, sobre todo, para mayor gloria de Dios.

El Señor los bendiga y María Santísima los guarde.

Gustavo Arias.

(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Humberto_Viola
(2) http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=6783
(3) http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/165000-169999/169608/norma.htm
(4) https://www.aciprensa.com/noticias/cambios-en-codigo-civil-permitirsa-a-padres-elegir-nombre-opuesto-a-sexo/
(5) http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/tocoginecologia/files/2014/09/Gu%C3%ADa-para-la-atenci%C3%B3n-integral-de-mujeres-que-cursan-un-aborto.pdf
(6) http://www.lanacion.com.ar/1203695-bergoglio-macri-falto-gravemente-a-su-deber-de-gobernante
(7) http://www.lanacion.com.ar/1741452-mauricio-macri-no-crei-nunca-en-el-modelo-no-me-hace-falta-gritar
(8) http://www.lauraalonso.org/2010/03/mi-posicion-sobre-la-legalizacion-del.html
(9) http://frente-catolico.blogspot.com.ar/2015/10/y-ahora-que.html

martes, 3 de marzo de 2015

Los Católicos Argentinos y la Política

“Panem et circenses” puede resumir los últimos 70 años de peronismo que, entre golpes de estado, terrorismo subversivo, cortos períodos de radicalismo y alianzas vergonzosas entre distintas facciones políticas, se ha perpetuado en el poder.

Con algunas variantes ideológicas y líderes más o menos carismáticos, el pan y el circo fue siempre la línea que siguieron los justicialistas. La “década ganada” no podía ser menos y, dando planes sociales, Pro-Cre-Ar, asignaciones universales y demás beneficios a las clases baja y media-baja, ha completado la primera parte de esa alocución latina. La segunda fue coronada, entre otras cosas, con el Fútbol Para Todos.

Nadie podría discutir que muchos planes sociales son necesarios para “salir de apuro”, pero de ahí a hacer pasar a los subsidiados como personas con trabajo en blanco para reducir al mínimo posible las estadísticas de desocupación, y que encima los beneficiados por dichos planes se dejen utilizar como marionetas, es algo muy distinto. El Pro-Cre-Ar dio a muchísimas personas la posibilidad de adquirir una casa propia, pero que un cristiano, por haber accedido a este programa, diga “yo estoy de acuerdo con este gobierno” y defienda la sucesión ininterrumpida de inmoralidades que se  sobrevienen desde hace años, habla de que estamos ante personas de una mezquindad moral monstruosa, en el mejor de los casos. No importa que desde el Estado se cometan las peores aberraciones y se atente sistemáticamente contra la moral; mientras el 54% tenga sus pesitos depositados todos los meses, pueda adquirir una casa o mirar fútbol sin pagar un codificador, el peronismo va a seguir siendo el régimen imperante en nuestra desangrada Argentina.

Con lo dicho podemos cerrar este artículo, porque basta y sobra para dar las razones por las cuales un cristiano no debería estar en las filas del peronismo, pero, como la tibieza encuentra siembre razones para justificar el vicio, vamos a exponer lo más grave, aquello que solamente personas sin siquiera sentido de la moral pueden justificar para identificarse con el gobierno actual.

Cuando el fiscal Alberto Nisman murió de manera misteriosa, un día antes de exponer una denuncia en la que se veían comprometidos funcionarios del gobierno y afines, muchos kirchneristas dijeron: Bueno, si se comprueba que el gobierno tuvo algo que ver con la muerte del fiscal, vamos a tener que ir apartándonos de sus filas porque estamos hablando de un gobierno mafioso. Yo le pregunto a esta gente: ¿Acaso el crimen de un fiscal es lo más grave que hizo (en caso que lo haya hecho) este gobierno? No seamos hipócritas. La cantidad de muertes en manos de delincuentes que hay en este país, con el silencio cómplice del discurso oficialista, viene ensuciando al gobierno y sus simpatizantes hace muchísimo tiempo. Aún así, los más laxos podrían seguir justificándose, porque lo que presentamos hasta ahora, si bien es gravísimo, no abarca todo el arco de inmoralidades que existen.

Desde el gobierno de Perón, con la legalización de prostíbulos, el impulso de leyes de divorcio, la quema de iglesias, el fomento de organizaciones subversivas de izquierda y derecha, etc., hasta la actualidad, en que se escucha a funcionarios kirchneristas jactándose de la distribución de preservativos, el mal llamado “matrimonio gay”, el sistema educativo que adoctrina a los niños y jóvenes en el materialismo ateo y el aborto que ya se practica en hospitales públicos; sobran razones para que un católico no solamente no adhiera a este gobierno, sino que ponga todos los recursos que estén a su alcance para librar el Buen Combate contra los enemigos de Cristo que, desde la Casa Rosada, el Congreso y demás edificios públicos, siguen atentando contra nuestra Santa Fe.

La economía es parte fundamental de la gestión de un gobierno. El mismo Papa Francisco habló en múltiples ocasiones sobre la necesidad de políticas más inclusivas, que den soluciones concretas a la pobreza y permitan a todos los ciudadanos acceder a una vida temporal digna, sin embargo nadie puede simpatizar con un gobierno solamente porque la economía funciona bien. Más aún, nadie puede decir que en este país hay auténtica inclusión porque sigue habiendo planes sociales, en vez de trabajo en blanco, siguen muriendo niños víctimas de la desnutrición y podríamos seguir la lista de falencias que este gobierno tiene en materia de inclusión y desarrollo económico, pero como se viene entendiendo a lo largo de este artículo, no es esta área de la política la que más nos compromete como nación.

El cielo no se gana con billetes, sino haciendo la Voluntad de Dios y, el peronismo, sobre todo en los últimos 10 años, mancilló cada uno de los Mandamientos de la Ley de Dios. No debería sorprendernos, al tener en las más altas esferas del gobierno a enemigos declarados de la Iglesia: feministas, abortistas, homosexualistas, masones, marxistas y una larga lista de elementos que, amparados bajo la maquinaria del poder, siguen atentando contra la Patria y promoviendo abiertamente la lucha contra la Iglesia de Cristo.

Lo más sorprendente es que, sabiendo todo esto, exista gente que participa de la Santa Misa los domingos y, de lunes a sábado apoye a los enemigos de Cristo. Otros no apoyan al kirchnerismo, pero sí a alternativas que, aunque prometen mayor rigurosidad contra los delincuentes, siguen apoyando la contranatura, el desarrollo de lobbies y demás batallas que no tienen otro fin que vaciar a nuestra Argentina de su identidad católica e hispana. Pareciera que la opción por “ninguno” les resulta anti-democrática, entonces adhieren al “menos malo”. ¿Es legítimo esto?

La democracia es muy valorada por el magisterio de la Iglesia, pero la Doctrina Social nos enseña que, tanto la democracia, como la monarquía o cualquier otro sistema, siempre que sea justo, es legítimo. Nadie “falla a la democracia” por no adherir a partido alguno. Y aunque lo hiciera, hay valores muchísimos más importantes que deben tutelarse antes que la democracia. Es como que un padre, por no dejar que su hijo se aburra, lo deje jugar con las serpientes. Todavía más: nadie peca por no ser democrático y mucho menos cuando, tomando esta postura, trata de ser fiel a Cristo.

En Lucas 11:23, el mismísimo Cristo nos dice que el que no está con Él, está contra Él y el que no recoge con Él, desparrama. Parece una perogrullada, pero hay que decirla para aclarar un poco el panorama de algunos hermanos: EL QUE ESTÁ CON ESTE GOBIERNO, ESTÁ CONTRA CRISTO.

Lejos de querer apuntar con el dedo a nuestros hermanos, quise con este artículo cumplir con la corrección fraterna. Todos somos pecadores y debemos luchar contra nuestras flaquezas, pero, nombrando de nuevo al Papa Francisco: PECADORES, SI; CORRUPTOS, NO. El que es pecador por debilidad, es perdonado por el Señor todas las veces que se arrepienta, pero el que, sabiendo que está en el error, no se arrepiente y sigue en su conducta, convirtiéndose así en un corrupto, no puede ser alcanzado por la Divina Misericordia que no violenta la voluntad de las personas, a las cuales Dios creó libres.


Recemos, hermanos, por nuestra Patria y digamos junto a María: ¡ARGENTINA, CANTA Y CAMINA!

Gustavo Arias.

martes, 6 de mayo de 2014

Aborto - Un Caso Para Reflexionar

El aborto en Argentina está penado en el artículo 86 del C.P. Aunque en el mismo Código, en los incisos 1° y 2° del artículo antes citado existen justificativos para este crimen, no fue hasta el año 2012, por disposición de la Suprema Corte de Justicia, que se permite practicar un aborto en casos de violación, a cualquier mujer, cualquiera sea su condición o el riesgo que corre. En síntesis, lo que la Corte Suprema de Justicia hizo fue despenalizar el aborto de facto.

Para entender cómo es que la Corte Suprema llegó a este grado de irracionalidad, tenemos que revisar un poco el “currículum” de la actual ministra de dicha corte. Se trata de Carmen María Argibay, militante atea y feminista, que está a favor de la despenalización del aborto por considerarlo un “derecho” de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Fue presa política durante el Proceso de Reorganización Nacional e integra la Corte desde el 3 de Febrero del año 2005.

Desde la reforma de la Constitución del año 1994, el Pacto de San José de Costa Rica, que entre otras cosas, declara inviolable el derecho a la vida del no nacido, tiene jerarquía constitucional. La “década ganada” en nuestro país instrumentalizó esta Convención de DDHH para vengarse de sus antiguos enemigos y así encarcelar a militares ancianos en cárceles comunes (violando el Pacto), dejar en libertad a personas que instauraron el terror en las décadas del 60 y 70, darles cargos públicos importantísimos, destruir totalmente a las FF.AA., FF.SS y FF.PP, y un sinfín de singularidades que sólo pueden tener lugar en un régimen criminal.

Entre los beneficiados de estas disposiciones, está la señora Argibay. Como cualquier persona con un poco de sentido común puede pensar, la tortura llevada a cabo por algunos miembros de las Fuerzas en época del Proceso, es inadmisible, por más criminal que sea el torturado. Obviamente, esto se aplica aún con mayor peso para el inocente. ¿A esta señora le importan realmente los DD.HH, siendo que por un lado execra las torturas a terroristas, pero por el otro considera asesinar a un bebé un derecho?

Hace pocos días, invadió los medios la noticia de una adolescente de 13 años, abusada sexualmente por un degenerado, que quedó embarazada. En un hospital público se negaron a practicarle el aborto, pero días después se lo practicaron en una clínica privada. El niño que había sido concebido en el vientre de esta chica tenía ya seis meses. Un mes y medio atrás de esta noticia, en nuestro país, nacía un bebé seismesino. Y casos de niños nacidos antes, abundan.

Muchos criminales que apoyan la práctica del aborto, aducen que el bebé en el vientre de su madre, aún no es persona. ¿Realmente puede existir un convencimiento pleno de esta afirmación, que atenúe la criminalidad de esta gente, o tenemos que pensar que se trata de verdaderos genocidas? Yo me inclino por la segunda opción. Es inaudito pensar que los miles de militantes feministas, que buscan la implementación del aborto, utilizando todas las herramientas jurídicas a su alcance, presión política y otras estrategias; sean tan imbéciles como para no saber que un bebé de seis meses es una persona.

Algunos “representantes del pueblo”, hace muy poco, salieron a festejar el bautismo de la hija de una mujer unida civilmente con otra. Fue realmente una fiesta que tuvo repercusión internacional y hasta contó con la participación de la "Señora del 54%". Lo que tendría que haber sido un bautismo normal, de una niña que no tiene la culpa de la inmoralidad de los mayores, ocupó muchas páginas de periódicos y estuvo en boca de muchas personalidades importantes.

Hasta hoy, absolutamente nadie salió a opinar sobre el asesinato de este bebé. Ni siquiera un minuto de silencio en el ámbito público. Ni una muestra de sensibilidad, aunque sea hipócrita, de quienes supuestamente tienen que tutelar la integridad de las personas.

¿Qué método habrán utilizado en esa clínica para extraer del vientre de la adolescente a ese bebé? Como comentaba arriba, hay bebés que nacen seismesinos, por lo tanto ya tenía todo el sistema nervioso desarrollado. ¿Qué hicieron cuando vio la luz para matarlo? ¿En qué mente podrida puede caber la posibilidad de desmembrar a una criatura inocente? Nadie se lo pregunta. Solamente se puede ver a las feministas desnudas en las calles, celebrando un logro más y a uno que otro periodista emitiendo opiniones baladíes sobre si está bien o mal lo que hicieron estos malditos. ¿Qué van a hacer con la adolescente que tiene el trauma de haber sido violada y ahora se le agregó otro peor? ¿Van a salir a decir que era peor que diera a luz a su hijo y darlo en adopción, que asesinarlo?

En el siglo pasado se justificaban matanzas en masa, culpando a grupos minoritarios de las desgracias de una población. Hoy se justifica la matanza de bebés, seres totalmente indefensos, adjudicándoles todos los males sufridos por sus madres. ¿No nos alcanzaron las masacres que llevaron a cabo tantas dictaduras, que justificaban el genocidio, para aprender que el valor de la vida humana no tiene por encima ningún otro derecho? Y mucho menos cuando se trata de la vida de un inocente.

Recemos, hermanos, por esos niños asesinados, sin oportunidad siquiera de un bautismo. Que la Misericordia de Dios los acoja en su Reino. También pidamos por los promotores de esta cultura de la muerte, para que el Señor pueda tocar sus corazones, se arrepientan y puedan salvar sus almas.

Que Dios los bendiga.

Gustavo Arias.

sábado, 19 de enero de 2013

La Ideología de Género - Sus Peligros y Alcances (2)

Neo Marxismo

En palabras de Dale OLeary, la teoría del "feminismo de género" se basa en una interpretación neo-marxista de la historia. Comienza con la afirmación de Marx, de que toda la historia es una lucha de clases, de opresor contra oprimido, en una batalla que se resolverá solo cuando los oprimidos se percaten de su situación, se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. La sociedad será totalmente reconstruida y emergerá la sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos.

OLeary agrega que Frederick Engels fue quien sentó las bases de la unión entre el marxismo y el feminismo. Para ello cita el libro "El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado", escrito por el pensador alemán en 1884 en el que señala:

"El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con la del sexo femenino por el masculino" [9] .

Según OLeary, los marxistas clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la propiedad privada, se facilitara el divorcio, se aceptara la ilegitimidad, se forzara la entrada de la mujer al mercado laboral, se colocara a los niños en institutos de cuidado diario y se eliminara la religión. Sin embargo, para las "feministas de género", los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases.

En ese sentido, la feminista Shulamith Firestone afirma la necesidad de destruir la diferencia de clases, más aún la diferencia de sexos: "asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser igualmente -a diferencia del primer movimiento feminista- no simplemente acabar con el privilegio masculino sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente" [10] .


Cuando la Naturaleza estorba


Es claro pues que para esta nueva "perspectiva de género", la realidad de la naturaleza incomoda, estorba, y por tanto, debe desaparecer. Al respecto, la propia Shulamith Firestone decía:

"Lo natural no es necesariamente un valor humano. La humanidad ha comenzado a sobrepasar a la naturaleza; ya no podemos justificar la continuación de un sistema discriminatorio de clases por sexos sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. De hecho, por la sola razón de pragmatismo empieza a parecer que debemos deshacernos de ella" [11].

Para los apasionados defensores del la "nueva perspectiva", no se deben hacer distinciones porque cualquier diferencia es sospechosa, mala, ofensiva. Dicen además que toda diferencia entre el hombre y la mujer es construcción social y por consiguiente tiene que ser cambiada.

Buscan establecer una igualdad total entre hombre y mujer, sin considerar las naturales diferencias entre ambos, especialmente las diferencias sexuales; más aún, relativizan la noción de sexo de tal manera que, según ellos, no existirían dos sexos, sino más bien muchas "orientaciones sexuales".

Así, los mencionados promotores del "género" no han visto mejor opción que declararle la guerra a la naturaleza y a las opciones de la mujer. Según OLeary, las "feministas de género" a menudo denigran el respeto por la mujer con la misma vehemencia con que atacan el irrespeto, porque para ellas el "enemigo" es la diferencia.

Sin embargo, es evidente que no toda diferencia es mala ni mucho menos irreal. Tanto el hombre como la mujer -creados a imagen y semejanza de Dios- tienen sus propias particularidades naturales que deben ser puestas al servicio del otro, para alcanzar un enriquecimiento mutuo. Esto, claro está, no significa que los recursos personales de la femineidad sean menores que los recursos de la masculinidad; simplemente significa que son diferentes.

En tal sentido, si aceptamos el hecho de que hombre y mujer son diferentes, una diferencia estadística entre hombres y mujeres que participen en una actividad en particular, podría ser más que una muestra de discriminación, el simple reflejo de esas diferencias naturales entre hombre y mujer.

No obstante, ante la evidencia de que estas diferencias son naturales, los propulsores de la "nueva perspectiva" no cuestionan sus planteamientos sino más bien atacan el concepto de naturaleza.

Además, consideran que las diferencias de "género", que según ellos existen por construcción social, fuerzan a la mujer a ser dependiente del hombre y por ello, la libertad para la mujer consistirá, no en actuar sin restricciones indebidas, sino en liberarse de "roles de género socialmente construidos". En ese sentido, Ann Ferguson y Nancy Folbre afirman:

"Y las feministas deben hallar modos de apoyo para que la mujer identifique sus intereses con la mujer, antes que con sus deberes personales hacia el hombre en el contexto de la familia. Esto requiere establecer una cultura feminista revolucionaria auto-definida de la mujer, que pueda sostener a la mujer, ideológica y materialmente fuera del patriarcado. Las redes de soporte contra-hegemónico material y cultural pueden proveer substitutos mujer-identificados de la producción sexo-afectiva patriarcal, que proporcionen a las mujeres mayor control sobre sus cuerpos, su tiempo de trabajo y su sentido de sí mismas." [12]

Con dicho fin, Ferguson y Folbre diseñan 4 áreas claves de "ataque":

1) Reclamar apoyo económico oficial para el cuidado de niños y los derechos reproductivos.

2) Reclamar libertad sexual, que incluye el derecho a la preferencia sexual (derechos homosexuales/lesbianos).

3) El control feminista de la producción ideológica y cultural (es importante porque la producción cultural afecta los fines, el sentido de sí mismo, las redes sociales y la producción de redes de crianza y afecto, amistad y parentesco social).

4) Establecer ayuda mutua: sistemas de apoyo económico a la mujer, desde redes de identificación única con la mujer, hasta juntas de mujeres en los sindicatos que luchen por los intereses femeninos en el trabajo asalariado. [13]


Una buena excusa: La mujer


Luego de revisar la peculiar "agenda feminista", Dale OLeary evidencia que el propósito de cada punto de la misma no es mejorar la situación de la mujer, sino separar a la mujer del hombre y destruir la identificación de sus intereses con los de sus familias. Asimismo, agrega la experta, el interés primordial del feminismo radical nunca ha sido el de mejorar directamente la situación de la mujer ni aumentar su libertad. Por el contrario, para las feministas radicales activas, las mejoras menores pueden obstaculizar la revolución de clase sexo/género.

Esta afirmación es confirmada por la feminista Heidi Hartmann que radicalmente afirma:

"La cuestión de la mujer nunca ha sido la cuestión feminista. Esta se dirige a las causas de la desigualdad sexual entre hombres y mujeres, del dominio masculino sobre la mujer" [14].
No en vano, durante la Conferencia de Pekín, la delegada canadiense Valerie Raymond manifestó su empeño en que la cumbre de la mujer se abordara paradójicamente "no como una conferencia de la mujer" sino que "los temas debían enfocarse a través de una óptica de género".

Así, dice OLeary, la "nueva perspectiva" tiene como objeto propulsar la agenda homosexual/lesbiana/bisexual/transexual, y no los intereses de las mujeres comunes y corrientes.


Roles socialmente construidos

Para tratar este punto, tomemos la definición de "género" señalada en un volante que fuera circulado en la Reunión del ComPrep (Comité Preparatorio de Pekín) por partidarias de la perspectiva en cuestión.

"Género se refiere a los roles y responsabilidades de la mujer y del hombre que son determinados socialmente. El género se relaciona a la forma en que se nos percibe y se espera que pensemos y actuemos como mujeres y hombres, por la forma en que la sociedad está organizada, no por nuestras diferencias biológicas".

 
Vale señalar que el término rol distorsiona la discusión. Siguiendo el estudio de OLeary, el rol se define primariamente como: parte de una producción teatral en la cual una persona, vestida especialmente y maquillada, representa un papel de acuerdo a un libreto escrito. El uso del término rol o de la frase roles desempeñados transmite necesariamente la sensación de algo artificial que se le impone a la persona.

Cuando se sustituye rol por otro vocablo -tal como vocación-, se pone de manifiesto cómo el término rol afecta nuestra percepción de identidad. Vocación envuelve algo auténtico, no artificial, un llamado a ser lo que somos. Respondemos a nuestra vocación a realizar nuestra naturaleza o a desarrollar nuestros talentos y capacidades innatos. En ese sentido, por ejemplo, OLeary destaca la vocación femenina a la maternidad, pues la maternidad no es un rol.

Cuando una madre concibe a un hijo, emprende una relación de por vida con otro ser humano.

Esta relación define a la mujer, le plantea ciertas responsabilidades y afecta casi todos los aspectos de su vida. No está representando el papel de madre; es una madre. La cultura y la tradición ciertamente influyen sobre el modo en que la mujer cumple con las responsabilidades de la maternidad, pero no crean madres, aclara OLeary.

Sin embargo, los promotores de la "perspectiva de género" insisten en decir que toda relación o actividad de los seres humanos es resultado de una "construcción social" que otorga al hombre una posición superior en la sociedad y a la mujer una inferior. Según esta perspectiva, el progreso de la mujer requiere que se libere a toda la sociedad de esta "construcción social", de modo que el hombre y la mujer sean iguales.

Para ello, las "feministas de género" señalan la urgencia de "deconstruir estos roles socialmente construidos", que según ellas, pueden ser divididos en tres categorías principalmente:

- Masculinidad y Feminidad. Consideran que el hombre y la mujer adultos son construcciones sociales; que en realidad el ser humano nace sexualmente neutral y que luego es socializado en hombre o mujer. Esta socialización, dicen, afecta a la mujer negativa e injustamente. Por ello, las feministas proponen depurar la educación y los medios de comunicación de todo estereotipo y de toda imagen específica de género, para que los niños puedan crecer sin que se les exponga a trabajos "sexo-específicos".

- Relaciones familiares: padre, madre, marido y mujer. Las feministas no sólo pretenden que se sustituyan estos términos "género-específicos" por palabras "género-neutrales", sino que aspiran a que no haya diferencias de conducta ni responsabilidad entre el hombre y la mujer en la familia. Según Dale OLeary, ésta es la categoría de "roles socialmente construidos" a la que las feministas le atribuyen mayor importancia porque consideran que la experiencia de relaciones "sexo-específicas" en la familia son la principal causa del sistema de clases "sexo/géneros".

- Ocupaciones o profesiones. El tercer tipo de "roles socialmente construidos" abarca las ocupaciones que una sociedad asigna a uno u otro sexo.

Si bien las tres categorías de "construcción social" ya podrían ser suficientes, el repertorio de las "feministas de género" incluye una más: la reproducción humana que, según dicen, también es determinada socialmente. Al respecto, Heidi Hartmann afirma:

"La forma en que se propaga la especie es determinada socialmente. Si biológicamente la gente es sexualmente polimorfa y la sociedad estuviera organizada de modo que se permitiera por igual toda forma de expresión sexual, la reproducción sería resultado sólo de algunos encuentros sexuales: los heterosexuales. La división estricta del trabajo por sexos, un invento social común a toda sociedad conocida, crea dos géneros muy separados y la necesidad de que el hombre y la mujer se junten por razones económicas. Contribuye así a orientar sus exigencias sexuales hacia la realización heterosexual, y a asegurar la reproducción biológica. En sociedades más imaginativas, la reproducción biológica podría asegurarse con otras técnicas." [15]


El objetivo: desconstruir la sociedad


Queda claro pues, que la meta de los promotores de la "perspectiva de género", fuertemente presente en Pekín, es el llegar a una sociedad sin clases de sexo. Para ello, proponen desconstruir el lenguaje, las relaciones familiares, la reproducción, la sexualidad, la educación, la religión, la cultura, entre otras cosas. Al respecto, el material de trabajo del curso Re-Imagen del Género, dice lo siguiente:

"El género implica clase, y la clase presupone desigualdad. Luchar más bienpor desconstruir el género llevará mucho más rápidamente a la meta. Bien, es una cultura patriarcal y el género parece ser básico al patriarcado. Después de todo, los hombres no gozarían del privilegio masculino si no hubiera hombres. Y las mujeres no serían oprimidas sino existiera tal cosa como la mujer. Acabar con el género es acabar con el patriarcado, como también con las muchas injusticias perpetradas en nombre de la desigualdad entre los géneros" [16].

En tal sentido, Susan Moller Okin escribe un artículo en el que se lanza a pronosticar lo que para ella sería el "soñado futuro sin géneros":

"No habría presunciones sobre roles masculino o femenino; dar a luz estaría conceptualmente tan distante de la crianza infantil, que sería motivo de asombro que hombres y mujeres no fueran igualmente responsables de las áreas domésticas, o que los hijos pasaran mucho más tiempo con uno de los padres que con el otro. Sería un futuro en el que hombres y mujeres participen en número aproximadamente igual en todas las esferas de la vida, desde el cuidado de los infantes hasta el desempeño político de más alto nivel, incluyendo los más diversos tipos de trabajo asalariado. Si hemos de guardar la más mínima lealtad a nuestros ideales democráticos, es esencial distanciarnos del género. Parece innegable que la disolución de roles de género contribuiría a promover la justicia en toda nuestra sociedad, haciendo así de la familia un sitio mucho más apto para que los hijos desarrollen un sentido de justicia" [17].


Para ello, también proponen la "desconstrucción de la educación" tal como se lee en el discurso que la Presidenta de Islandia, Vigdis Finnbogadottir, diera en una conferencia preparatoria a la Conferencia de Pekín organizada por el Consejo Europeo en febrero de 1995. Para ella, así como para todos los demás defensores de la "perspectiva de género", urge desconstruir no sólo la familia sino también la educación. Las niñas deben ser orientadas hacia áreas no tradicionales y no se las debe exponer a la imagen de la mujer como esposa o madre, ni se les debe involucrar en actividades femeninas tradicionales.

"La educación es una estrategia importante para cambiar los prejuicios sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad. La perspectiva del género debe integrarse en los programas. Deben eliminarse los estereotipos en los textos escolares y conscientizar en este sentido a los maestros, para asegurar así que niñas y niños hagan una selección profesional informada, y no en base a tradiciones prejuiciadas sobre el género" [18].


Fuente: www.aciprensa.com

miércoles, 9 de enero de 2013

Los Ateos

Aquí nos vamos a referir a aquellas personas ateas que tienen militancia; o sea, que tratan de imponer la idea de que Dios no existe, acusando de “mentes cerradas” a los que tienen creencias religiosas, alegando que el religioso se opone a la ciencia o a cualquier tipo de demostración empírica; limitando toda su cosmovisión a la fe.

A la acusación que se nos hace de “mentes cerradas”, basta con responder que nosotros como creyentes aceptamos la ciencia plenamente, siempre que sea utilizada con fines lícitos. Obviamente, no podemos aceptar la ciencia que pretenda reproducir seres humanos en tubos de ensayo, abortando vidas humanas a prueba y error como si fueran cucarachas.

Recomiendo leer la encíclica Fides et Radio del Beato Juan Pablo II. En ella se exponen todas las relaciones entre Fe y Razón.

¡Mentes cerradas! ¡Retrógrados! Son algunos de los calificativos que los lobbys ateos nos ponen. Efectivamente cualquier persona de fe puede sentirse ofendida ante situaciones donde un grupo de activistas ateos ataca los valores cristianos y pretende que toda la sociedad piense como ellos.

Mentes cerradas son ustedes, ateos; bastaría decir. Ante la pregunta de uno de ellos… ¿Por qué?, debemos responder: Porque ustedes solamente creen en lo que sus sentidos pueden percibir y lo que sus humanas y limitadas mentes pueden comprender; en cambio yo creo en las maravillas de la ciencia y admiro a los hombres que aportan día a día nuevos avances para la salud de la humanidad toda, pero creo principalmente en Dios que es fuente de toda Verdad, ciencia, justicia y cosa que exista en el universo.

Ante “retrógrado” podemos darles la razón y se van a ir contentos. Realmente este vocablo tiene distintas acepciones y un hombre de buena voluntad acusado de retrógrado, va a interpretar este epíteto de manera realmente favorable. Uno de los significados de esta palabra que encontré en internet, expresa lo siguiente:

Partidario de ideas, actitudes, etc.,propias exclusivamente de tiempos pasados,y enemigo de cambios e innovaciones.

Realmente nuestra religión surgió hace mas de 2000 años, por lo tanto somos partidarios de “ideas” de tiempos pasados. Enemigos de “cambios e innovaciones” también somos, siempre que se entienda correctamente el concepto de estas dos palabras. Una cosa es oponerse al uso de automóviles y otra muy distinta es oponerse a que se trate de tergiversar el concepto de “matrimonio” instituido por Dios.

San Pío X en su Encíclica Pascendi Dominici Greeci, condena el modernismo y pone como una de las corrientes principales de esta filosofía al agnosticismo.

El Concilio Vaticano II, en su Constitución Gaudiun et spes, 19 nos dice:

La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios. Existe pura y simplemente por el amor de Dios, que lo creó, y por el amor de Dios, que lo conserva. Y sólo se puede decir que vive en la plenitud de la verdad cuando reconoce libremente ese amor y se confía por entero a su Creador. Muchos son, sin embargo, los que hoy día se desentienden del todo de esta íntima y vital unión con Dios o la niegan en forma explícita. Es este ateísmo uno de los fenómenos más graves de nuestro tiempo. Y debe ser examinado con toda atención.

No olvidemos también que la fe es un don y no todos los seres humanos gozan de ella. Es imprescindible orar por aquellas personas cercanas a nosotros que todavía no recibieron esta gracia de Dios para que puedan creer en El y así alcanzar la salvación.

Dicho todo lo anterior, el ateísmo seguramente tendrá más y más razonamientos vagos para argüirnos, pero no olvidemos algo muy importante que todo católico debe tener en cuenta: LA IGLESIA CATOLICA ES LA RELIGION VERDADERA, FUNDADA POR JESUCRISTO; UNICO MEDIO DE SALVACION Y GUARDIANA DE LA UNICA VERDAD.



Sergio Arias