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jueves, 25 de mayo de 2017

Qué Celebramos el 25 de Mayo

El 25 de Mayo tiene una versión "oficial" y otra profundamente católica e hispánica. Nosotros reivindicamos esta última, en la que los Próceres, como Saavedra, no buscaron desmembrar la Patria, sino sacarla adelante mediante el autogobierno.


España estaba invadida por las fuerzas napoleónicas y, en las Américas, la situación era calamitosa. Si los impíos tenían bajo su dominio a la Madre Patria, nosotros teníamos el deber de gobernarnos para no ser gobernados por Napoleón.


La versión oficial, aquella liderada por Moreno y sus secuaces, buscaba una independencia malsana de estas tierras, independencia que significa negar nuestro origen hispánico y católico. España era un monstruo opresor del que nosotros teníamos que apartarnos, enterrando toda nuestra historia en el olvido. Desde entonces, triunfó esta versión de Mayo, defendida hoy por liberales y marxistas.


El Mayo que nosotros recordamos es distinto. El proceso de separación de España fue algo necesario, pero doloroso. La Madre Patria ya no estaba gobernada por Reyes Católicos, sino por masones revolucionarios. No podíamos esperar del Viejo Mundo respuestas dignas de una nación cristiana.


Los católicos no tenemos que avergonzarnos por ser parte de ese Imperio Español, que trajo la Santa Religión a estas tierras, dando a conocer a los salvajes la Verdad de Jesucristo que hace libres a los hijos de Dios. ¿Hubo abusos durante la conquista? Claro que si. ¿Estamos orgullosos de eso? Por supuesto que no; sin embargo, los abusos no fueron algo general, sino casos particulares. Los conquistadores eran hombres como nosotros, que podían equivocarse.


La cristiandad llegó a estas tierras trayendo la salvación para sus habitantes y construyendo naciones libres del paganismo y la barbarie. Muchos historiadores hablan demasiado de los conquistadores, pero omiten totalmente hablar de la cultura precolombina, que adoraba al sol, asesinaba a miles y miles de inocentes, arrancandoles el corazón para inaugurar una pirámide o dar culto a sus "dioses".


El Imperio Azteca omprimía a las poblaciones de indios que no pertenecían al imperio, sin embargo los historiadores anti-hispánicos omiten esta parte, hablando de Hernán Cortéz como de un demonio.


Hoy, 25 de Mayo, los católicos, hijos de esta Argentina que supo ser hispánica y católica, rendimos homenaje a los héroes que defendieron nuestra identidad, que quisieron hacer de esta nación una extensión de la España Católica, gobernada por ejemplos de vidas cristianas, como la Reina Isabel.


No debemos doblegarnos y aceptar que se mancille nuestra Patria. No somos el producto de un proceso revolucionario, llevado adelante por subversivos. Somos hijos de un Imperio, que supo ser católico, del que salieron grandes héroes y santos, testigos verdaderos del Evangelio, que entregaron sus vidas por traer la Salvación de Cristo a estas tierras.


Pidamos a Cristo Rey, por intercesión de María Santísima, que podamos volver a darle gloria con todo lo que tenemos y somos, reconstruyendo nuestra Patria; devolviéndole lo que le quitaron los revolucionarios del odio, la mentira y de la muerte.


                            Gustavo Arias.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Feminismo: La "Lucha de Sexos"

Antes de empezar a desarrollar el tema que quiero tratar en este artículo, quisiera hacer una aclaración, para evitar malos entendidos: la violencia contra las mujeres es repudiable y debe ser condenada por la ley y por cualquier persona de buena voluntad, como debe ser condenada la violencia contra los ancianos, contra los niños por nacer y contra cualquier grupo humano que, por la razón que sea, se vea en inferioridad de condiciones físicas, psíquicas, sociales, etc.

Un hombre que golpea o mata a una mujer debe ser castigado; de igual modo, una mujer que golpea a un niño o lo asesina mediante un aborto. El problema comienza cuando se pretende dar mayor peso a la violencia contra un grupo determinado de personas. Golpear a otro, sea hombre o mujer, está mal. No hay razón para decir que, si el victimario es hombre y la víctima mujer, está mal, pero si es al revés, está bien.

El marxismo propone la lucha de clases, donde los ricos son los malos y los pobres los buenos. Esa idea fue cambiando algunos componentes, hasta convertirse hoy en la “lucha de sexos”, donde la mujer es la oprimida y el varón el opresor. Los que defienden estas ideas nunca van a admitir que sea así, pero basta ver un video de “concientización” para darse cuenta de lo que hablo. Hace unos días, haciendo “zapping” di con uno de estos spots, donde actuaba gente del ambiente artístico más chabacano, pero suficiente como para influenciar a las masas. Frases como “¿Te dice que es mejor que no trabajes, que te quedes en casa? Eso es violencia” o “¿Te pregunta con quién hablas por celular? Eso es violencia”. En un momento, uno de estos actorcillos de telenovelas, pregunta “¿Un insulto, un empujón?”; y así mezclan la violencia con el legítimo derecho que tiene un marido a saber con quién habla su esposa o de pedirle, si así lo considera conveniente, que se quede en casa a cumplir su función de madre y esposa. En una parte del video, uno de los personajes dice “Si se arrepiente y te pide perdón, no alcanza”. Entonces, la única vía sería el divorcio.

Ya Engels en “El Capital” se manifestaba hostil hacia la familia. La subversión marxista jamás buscó proteger al proletario o a la mujer frente al avasallamiento de los capitalistas o los varones, respectivamente. De hecho, la historia muestra que, lejos de hacer prosperar a los pobres, el comunismo se encargó de empobrecer a las clases medias, sumando más pobreza a la ya existente. Con la mujer se da la contradicción de que, si bien por un lado aparentan defenderla, por el otro dicen que es (la mujer) una construcción social. Así se desarrolló la tristemente célebre ideología de género, que niega las diferencias sustanciales del varón y la mujer, reduciéndolas al sexo que, eventualmente, también podría cambiarse, según el antojo de los depravados.

Llegados a este punto, podrá preguntarse el lector: ¿a dónde quiere llegar quien escribe? La respuesta es sencilla: el adoctrinamiento de las masas, mediante la educación, los medios de comunicación y demás, para subvertir el orden moral y eliminar el sentido común, es un hecho. No se trata de una teoría conspirativa. Los mismos que se levantaron en armas contra la Patria en los años 60 y 70 para instaurar un régimen marxista, son los que hoy están en el Congreso legislando en contra de la familia y la vida humana, son los mismos que hoy desinforman utilizando los medios de comunicación, son aquellos que pintan consignas en las paredes de la Catedral como “la única iglesia que ilumina es la que arde”. Es la revolución gramsciana que, como un cáncer, está matando a nuestro país y al mundo entero.

Los feministas consideran que todo lo que vaya en contra de la decisión de una mujer, es violencia, así esa decisión sea inmoral. Según ellos, si una mujer queda embarazada y no se le permite abortar, es víctima de violencia de género. Ni el fin ni los medios importan para legitimar o condenar una acción, sino si quien la ejecuta es una mujer o un varón.

San Agustín en su magnífica Civitate Dei expone muy bien el problema. La Iglesia sigue su marcha y la promesa de Cristo, respecto a que las puertas del infierno no prevalecerían contra Ella, debe darnos la tranquilidad de que así será. Pero está la Babilonia, bajo el dominio de Satanás, que corrompió al poder político y que vomita todo su odio, utilizando a los movimientos feministas, el periodismo, las escuelas y todo lo que esté a su alcance para pervertir todo orden establecido por el Creador. Sabe el demonio que, finalmente, será derrotado, por eso ataca lo que Dios más ama. Así buscan las logias y sectas subvertir todo orden, utilizando movimientos como el feminismo, para violentar las conciencias, haciendo creer que está bien asesinar bebés, borrar la figura del padre, prostituir con la impudicia y las malas costumbres a la mujer; promover la sodomía; el onanismo y demás perversiones.

Es importante la oración en familia, la participación en la Santa Misa de los padres junto a los hijos, frecuentar los Sacramentos y formarse no sólo para sí, sino también para formar. Una charla en el ámbito laboral o un comentario en las redes sociales, puede rescatar a un hijo de Dios perdido en la pestilencia del pensamiento único que se impone con más rencor cada día, con la connivencia de presidentes de muchas naciones, de miembros de organizaciones internacionales y, para nuestro pesar, de muchos pastores a los que el Señor les confió el cuidado de Su rebaño.

Hace menos de un año se estrenó en Argentina una película llamada “Me casé con un boludo”. Llama la atención que, los mismos que consideran violento a un hombre por preguntarle a su esposa con quién habla por celular, se rían de una mujer que llama “boludo” a su marido.

Ayer eran los proletarios contra los capitalistas, hoy las mujeres contra los hombres. Mañana tal vez sean los niños contra sus padres. Toda división o antagonismo sistemático entre distintos grupos humanos, responde a un plan diabólico. Nadie puede adherir a ideas así sin incurrir en una grave ofensa a Dios.


Pidamos a María Santísima que interceda por las familias, especialmente por aquellas que sufren divisiones internas o que se ven atacadas desde afuera por la dictadura del relativismo, como bien llamaba el Papa Emérito Benedicto XVI a esta corriente ideológica que persigue a todo el que no adhiera a ella.

Gustavo Arias.

sábado, 23 de julio de 2016

La Mujer en el Mundo Actual

En el día de Nuestra Señora del Carmen, el Cardenal Primado del Perú Juan Luis Cipriani, hizo una reflexión sobre la situación de la mujer en el mundo actual, indicando que “la están atacando (a la mujer) más que nunca”, con la ideología de género. Muy acertadas las afirmaciones del Cardenal, por eso consideré escribir este pequeño artículo, agregando otros elementos que pasan desapercibidos, pero que tienen una íntima relación con la mujer en el mundo de hoy.

Cuando comenzaron a tener relevancia los movimientos feministas a mediados del Siglo XX, reclamaban cosas con las que cualquier persona de buena voluntad podía estar de acuerdo, como el derecho al sufragio, la igual remuneración ante la misma tarea desempeñada en un trabajo y demás; pero no muy atrás en el tiempo, se empezó a poner a la mujer en el lugar del hombre. Lo que parecía una “inocente rebeldía”, como que una mujer vista pantalones, escondía intenciones verdaderamente satánicas.

No hay que ser experto en demonología para colegir que satanás ataca lo que Dios más ama. No hace falta haber tenido experiencias como exorcista para saber que María Santísima, la creatura más perfecta y noble de toda la creación, es lo que el diablo más aborrece. El Protoevangelio anuncia que la mujer y su descendencia aplastarían la cabeza a satanás (Gén. 3:15). Con este anuncio, las fuerzas del mal comenzaron una lucha sin cuartel contra Dios y sus creaturas. Mientras el mundo se rigió más o menos con la Ley de Dios, el poder del maligno estaba muy limitado, pero cuando el hombre, en su libertad que nunca es violentada por el Creador, comenzó a apartar de la vida pública y privada al Señor, el diablo extendió cada vez más el mal hasta que llegamos al día de hoy, donde el hombre ya no es considerado como varón y mujer, sino como una mezcla amorfa de caprichos, donde el varón puede ser mujer, casarse con otro varón que piensa que puede encargar en una clínica un bebé con el color de ojos que a ellos se les antoje, como si se tratara de una pizza; y que, cuando uno de los dos sea viejito, cada cual habiendo vivido más de cinco “matrimonios”, pueda ir a la misma clínica, donde armó a gusto del consumidor a su hijo, a quitarse la vida.

En los últimos quinientos años fue acrecentándose poco a poco el repudio del hombre por lo sacro. La herejía protestante jamás negó al Dios uno y trino, ni la real divinidad y humanidad de Cristo, pero sí negó a Su Madre, reduciéndola a una mujer más que Dios eligió para hacerse hombre, pero que tuvo otros hijos. Se negó a la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica, el Cuerpo Místico de Cristo y pastoreada por el legítimo sucesor de Pedro, el Papa. Cada uno se arreglaría sólo con Dios, prescindiendo de los Sacramentos instituidos por Jesús. Hago lo que quiero, total ya me salvé en el momento en que dije “creo en que Jesús es mi salvador”.

Los movimientos liberales, promovidos por la masonería, llevaron adelante la Revolución Francesa, que impuso el pensamiento único, donde Dios era una especie de spray, una fuerza o energía creadora, que nos mira desde algún lugar, pero no interviene. Hoy están de moda muchas religiosidades con esta o parecidas ideas, todas nucleadas en la “New Age”.

Luego llegamos a finales del siglo XIX y principios del XX, donde el marxismo niega totalmente a Dios, atribuyéndole todo lo creado a una sucesión de causas puramente materiales. Todo podría explicarse naturalmente. Incluso los acontecimientos histórico-políticos tendrían una explicación material, donde un grupo de hombres malos (o capitalistas) domina a otro grupo de hombres buenos (o proletarios). La solución estaría en que los buenos eliminen a los malos y dominen las naciones. La bondad y maldad no dependen de los actos humanos, de cuán noble o canalla sea el hombre, sino sólo de su pertenencia a un estrato social.

Con este proceso, que algunos autores inician hace quinientos años (como lo hice yo), pero que en realidad se fue gestando desde el rechazo de Adán y Eva al Amor de Dios, llegamos al día de hoy, donde los distintos componentes de la herejía, el liberalismo y el marxismo, se combinan, formando distintas ideas o movimientos que usa satanás para extender el mal, con la colaboración servil del hombre.

Podemos ver hoy que todo está permitido expresar, menos la adhesión a la Verdad, que es reducida a una idea retrógrada, en el mejor de los casos, y en otros países es censurada en nombre de la libertad. En algunos lugares de Europa hay leyes “antidiscriminación”, donde decir que el matrimonio fue instituido por Dios indisoluble entre un hombre y una mujer es considerado un delito, pero si digo que un niño puede someterse a una operación de “cambio de sexo”, soy “cool” y puedo tener lugar como candidato en los partidos políticos de mayor peso.

El asesinato cobarde a inocentes, promovido por las feministas y todo el arco “políticamente correcto”, ya está casi impuesto en todo occidente. En nuestro país es un delito, sin embargo, el gobierno kirchnerista se las arregló para que, mediante un protocolo, los promiscuos y  amancebados puedan asesinar a sus hijos. El “cambio” tomó un montón de medidas económicas, anunció proyectos de infraestructura y demás, pero de anular el protocolo criminal, ni una palabra.

Hay muchas cosas más para decir, pero sería alargar demasiado un artículo que solamente busca aportar un granito de conciencia allí donde todavía la hay. Para recapitular, basta poner los conceptos anteriormente expuestos bajo la lupa de la Fe:

El demonio odia al género humano, por eso pretende alejarlo de su Creador, impulsando las herejías que niegan la autoridad del Vicario de Cristo, de la Iglesia y demás medios de gracia; pretende dividir a los hombres entre buenos y malos, promoviendo el odio de unos contra otros; busca imponer una confrontación entre el varón y la mujer para destruir a la familia, base de la sociedad e iglesia doméstica, donde el hombre aprende a amar.

Una madre con su hijo en el vientre, es para satanás la figura de María Santísima con Jesús. La sociedad que aprueba el aborto se hace servidora del mal y se burla de Dios. No dudo de la buena intención de algunas personas que apoyan el feminismo moderno. Es cierto que, durante mucho tiempo, la mujer fue víctima de desigualdades, pero también es cierto que se utilizan esas desigualdades como excusas para matar bebés; como se utiliza la desigualdad social para odiar a los ricos y, de ser posible, asesinarlos, como propone el marxismo.

Tiene razón el Cardenal Cipriani al afirmar que a la mujer la están atacando más que nunca. La atacan porque quieren quitarle lo más bello que tiene: ser mujer. La figura de María Santísima es el modelo más perfecto de mujer, pero para los servidores conscientes o inconscientes del mal, la mujer debe ser promiscua, independiente, vestir como prostituta, consumir alcohol y, como frutilla del postre de estiércol que ofrece satanás; asesinar a sus hijos, que son imagen del Divino Niño.

El Señor advierte sobre el destino de quienes se atreven a escandalizar a uno de estos pequeños (Mt. 18:6; Mc. 9:42; Lc. 17:2).

VAE MUNDO AB SCANDALIS!


El Señor tenga misericordia de nosotros.

Gustavo Arias.

martes, 10 de noviembre de 2015

Mantener la Esperanza

Desde la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, pasando por todo el magisterio social de sus sucesores, el marxismo ha sido, directa o indirectamente, condenado por la Iglesia. Digo directa o indirectamente porque en muchas ocasiones se consideró al marxismo como un todo, poniendo de manifiesto que se trata de una ideología intrínsecamente perversa, pero también se han condenado rasgos particulares de esta subversión doctrinal, como la lucha de clases, el profundo ateísmo que sostiene, el terrorismo o las distintas sub-ideologías que han ido confluyendo en lo que hoy podríamos llamar un “marxismo democrático” o, para utilizar un término más propio, una “socialdemocracia”.

Como todos sabemos, los que vienen dominando el plano político de nuestro país desde hace doce años, pueden ubicarse en esta socialdemocracia. Muchos funcionarios del gobierno actual fueron parte de aquella “juventud idealista” que utilizaba la violencia, asesinando militares, policías, empresarios y muchas otras personas que eran para ellos enemigos de la “causa socialista”. Por supuesto que, si moría un niño de 3 años (1) en manos de estos criminales, era un “efecto colateral” y, en muchas ocasiones, necesario.

Gracias a la guerra anti-subversiva llevada a cabo por nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, los terroristas tuvieron que deponer las armas, empero, perdida la guerra armada, nunca perdieron la ideológica y, frente a este panorama, la Iglesia se ha ido pronunciado y advirtiendo sobre los peligros de este terrorismo ideológico. Un ejemplo claro de esta resistencia a los enemigos de la Santa Fe, es la del entonces Cardenal Bergoglio, cuando en 2010 advirtió sobre “una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios” (2), al tratarse la imposición demoníaca del “matrimonio homosexual”, que finalmente fue llevada a cabo (3).

Recientemente tuvo lugar la aprobación del nuevo Código Civil, que pulveriza el concepto de familia y hace del matrimonio un contrato rescindible con la sola voluntad de uno de los contrayentes, además de introducir conceptos de la ideología de género y de quitar la patria potestad a los padres (4); por lo que los niños pasarían a pertenecer al Estado, obviamente, si no son asesinados en un hospital público mediante el aborto, como autoriza actualmente el Ministerio de Salud (5)

Resulta que hace un tiempo se viene ejerciendo desde el oficialismo una campaña para desmerecer a aquellos que proponen un cambio de rumbo para la Argentina. Algunos le llaman “campaña del miedo”, pero yo prefiero llamarle, limpia y llanamente, terrorismo, ya que pretende causar terror colectivo para perpetuarse en el poder, utilizando para ello la calumnia y demás inmoralidades.

Lo peor de todo es que, entre las calumnias, hay “medias verdades” esgrimidas contra la alianza Cambiemos, que resultan ser buenas, pero son consideradas por los apátridas como contrarias a la “causa nacional y popular”. Me explico: Acusan a Mauricio Macri de querer volver a las políticas de los 90’, basándose en declaraciones aisladas del líder de Cambiemos y otros funcionarios afines a él, advirtiendo que, en caso de que sea presidente, se van a terminar las asignaciones universales, el Pro.Cre.Ar y demás logros del gobierno actual. Cualquiera que tenga un poco de criterio puede darse cuenta de que se tratan de acusaciones sin ningún fundamento, o sea, de mentiras. Por otro lado acusan al bloque opositor de haber resistido al “matrimonio homosexual”, el aborto y demás perversiones, como si se trataran de logros, cuando en realidad son la espada que atravesó el Corazón Inmaculado de María Santísima al ver a su Hijo humillado, escupido, con su carne desgarrada y sus manos y pies taladrados por los que cometieron ese deicidio, que se sigue ejecutando aún hoy en la cotidianeidad de nuestras vidas inclinadas al pecado, pero sobre todo, en los que son partícipes de estos pecados colectivos que claman al cielo.

Respecto a las calumnias lanzadas contra Cambiemos, no hay mucho que decir. Son conjeturas del oficialismo que tienen, como único sustento, frases descontextualizadas de Macri o algún otro funcionario afín a él. Decir que Cambiemos es volver a los 90’ y tener a candidatos que fueron funcionarios en esa época, es incoherente. Lo mismo podemos decir de la supuesta privatización de la Petrolera YPF que el bloque Cambiemos haría. ¿Acaso no fueron los que hoy están en el oficialismo los que apoyaron su privatización en los 90’? ¿Haber estafado a Repsol fue una medida a favor de los intereses de la Nación o una forma más de demostrar una “omnipotencia política”, típica de los gobiernos dictatoriales populistas?

Las medias verdades a las que me referí más arriba, las cuales eran buenas en sí mismas, tienen estas características porque, por un lado, no fue unánime la oposición del partido Propuesta Republicana al “matrimonio homosexual” y demás medidas contrarias a la moral que impuso el oficialismo y, por el otro; oponerse a esas barbaridades hubieran sido virtudes, no males de los cuales acusar a los personajes de Cambiemos.

El Cardenal Bergoglio salió a defender en 2009 el matrimonio y a la familia, frente al avasallamiento de la justicia, que permitió que dos hombres se “casen”. El líder del PRO fue quien no apeló esa medida y, paradójicamente, Scioli era el “defensor” del matrimonio (6). Recientemente, Mauricio Macri dijo que estaba a favor de la vida (7), por lo que estarían las puertas cerradas al aborto si fuera presidente, pero resulta que, entre sus filas, hay abortistas declarados (8).

Hoy la publicidad oficialista “acusa” a Cambiemos de haber votado en contra del “matrimonio homosexual”, pero resulta que Scioli también está en contra (6), entonces ¿cómo es la cosa?
No hace falta ser licenciado en ciencias políticas, sociología o alguna especialidad de grado para colegir que hay dos caminos disponibles que no van a tener en su agenda la divisa del Santo Fundador de la Compañía de Jesús, Ad maiorem Dei gloriam, que todo cristiano debería defender y exigir de sus gobernantes; pero sí estoy seguro que, aunque sea para acabar con la dinastía kirchnerista, que tanto daño está haciendo a la República, es menos malo optar por el “cambio”.

Quiero aclarar que, bajo ningún punto de vista estoy pretendiendo apoyar a la alianza Cambiemos, simplemente estoy diciendo que, visto que el enemigo más fuerte no es el cambio, sino la continuidad, queda la opción de apoyar el cambio o abstenerse. Cada uno podrá examinar su conciencia respecto a qué tan legítimo es apoyar al cambio. Personalmente creo que la abstención, mediante el voto nulo, es la opción correcta, como lo dije en un artículo anterior (9). De lo que sí estoy seguro, y no por ser un erudito en materia moral, sino por simple sentido común; es que apoyar al kirchnerismo, es ir en contra de Cristo (Mateo 12:30).

Alguien podrá, legítimamente, preguntarme: ¿Entonces estamos perdidos? ¿El futuro de nuestra Argentina es el libertinaje, la inmodestia en el vestir, la sodomía, la fornicación, el concubinato, el aborto, el adulterio, la drogadicción, el crimen y una larga lista de etcéteras, que hacen que la esperanza en un país cristiano sea sólo una linda idea?

Si seguimos como vamos, seguramente será imposible mejorar algún aspecto de los mencionados arriba. Con el “cambio” capaz algunos de los que antes se oponían al “matrimonio homosexual” y ahora se arrepintieron, puedan volver sus pasos sobre senda del error y encaminarse nuevamente a la Verdad. Es posible que el aborto no tenga lugar en nuestro país, al menos durante cuatro años. Quizá haya un acercamiento más amistoso a la Iglesia y podamos trabajar Iglesia-estado de la mano para un futuro mejor. Con todo, no hay que ser ingenuos, tampoco propongo un pesimismo enfermo o el colmo de la pusilanimidad; pero sí es importante poner los pies sobre la tierra, armarse de valor y mantener la Esperanza. No hablo de una esperanza mundana, que puede ser el sinónimo de la estupidez, sino de la Esperanza como virtud, que todos los hijos de Dios tenemos.

Tenemos que confiar en las promesas de Cristo y tener en cuenta que no somos del mundo aunque estemos en él (Juan 15:19). No podemos esperar la plena perfección en este valle de lágrimas, pero si debemos tener nuestra Esperanza puesta en que, buscando el Reino de Dios y su perfecta Justicia, todo lo demás se nos dará por añadidura (Mateo 6:33). San Pablo nos habla en el capítulo 6 de su Primera Carta a Timoteo, exhortándonos a pelear el buen combate de la Fe (v. 12).

Busquemos el Reino de Dios, practiquemos las Bienaventuranzas y seamos testigos de Aquél que murió en una cruz, cargando el peso de todos nuestros pecados para redimir al género humano. Dejemos que María Santísima limpie las inmundicias de nuestros corazones, como lo hizo en la Gruta de Belén, para que el Mesías nazca cada día en nosotros. Recemos el Santo Rosario y ofrezcámoslo en reparación por todos los pecados que cometemos como nación y por los propios. Defendamos la Verdad en nuestros trabajos, en nuestras familias, con nuestros amigos y en toda ocasión que se nos presente.

Las minorías inventan derechos de la nada por la constancia que ponen en sus planes demoníacos, como es el “matrimonio homosexual”. Cuánto más podríamos hacer nosotros si pusiéramos nuestras fuerzas en defender la Verdad, para el bien de nuestra Patria, de nuestras familias, pero, sobre todo, para mayor gloria de Dios.

El Señor los bendiga y María Santísima los guarde.

Gustavo Arias.

(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Humberto_Viola
(2) http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=6783
(3) http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/165000-169999/169608/norma.htm
(4) https://www.aciprensa.com/noticias/cambios-en-codigo-civil-permitirsa-a-padres-elegir-nombre-opuesto-a-sexo/
(5) http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/tocoginecologia/files/2014/09/Gu%C3%ADa-para-la-atenci%C3%B3n-integral-de-mujeres-que-cursan-un-aborto.pdf
(6) http://www.lanacion.com.ar/1203695-bergoglio-macri-falto-gravemente-a-su-deber-de-gobernante
(7) http://www.lanacion.com.ar/1741452-mauricio-macri-no-crei-nunca-en-el-modelo-no-me-hace-falta-gritar
(8) http://www.lauraalonso.org/2010/03/mi-posicion-sobre-la-legalizacion-del.html
(9) http://frente-catolico.blogspot.com.ar/2015/10/y-ahora-que.html

miércoles, 28 de octubre de 2015

Y ahora... ¿Que?

El pasado domingo 25 de Octubre la Argentina vivió una jornada electoral fuertemente marcada por la incertidumbre y el miedo. Incertidumbre de quienes apoyaron durante los últimos doce años el proyecto cubanizante de la Argentina, al ver un panorama muy difícil para la  continuidad en el gobierno del oficialismo; y el miedo de quienes se encuentran en las antípodas de la demagogia populista, que ven en las masas de electores al monstruo apátrida del  54%, presto a dar el tiro de gracia a la mortecina Argentina. Tanto de un lado como del otro, las expectativas no eran muy alentadoras, gracias a la desinformación de los medios y las encuestadoras.

Finalmente se despejó un poco el panorama y ahora podemos ver más claramente el ocaso de una etapa nefasta para la Patria, sin embargo nada está dicho aún, ya que el oportunismo, el clientelismo y demás condicionamientos a los que se somete gran parte del electorado, hacen posible que, aún después de haber podido vivir un clima de aparente deseo de cambio, caigamos nuevamente en manos del poder reinante.

Habiendo hecho esta introducción, quisiera reflexionar un poco sobre el futuro no tan lejano de nuestro país:

Un balotaje implica, como todos saben, elegir entre dos caminos. En la actualidad tenemos el camino de los muy conocidos herederos de la subversión terrorista de los 60’s y 70’s, y el del nuevo y muy “plural” e “inclusivo” liberalismo. Si bien son caminos diferentes, persiguen fines muy parecidos, sobre todo en lo que respecta a cuestiones morales, que hacen inadmisible para un católico tomar partido por uno o el otro.

Como decíamos más arriba, es posible que el próximo 22 de noviembre la Argentina viva un cambio que, al menos en cuestiones sociales, signifique un respiro para todos (al menos para todos los que no deseamos seguir viviendo la confrontación entre hermanos). Es posible también que un eventual nuevo gobierno rescate al campo y a otros tantos sectores olvidados e incluso despreciados por la actual conducción. Las instituciones pueden reverdecer, luego de tantos años de haber sido sistemáticamente destruidas; particularmente las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales que tuvieron que sufrir el desprestigio y la humillación de parte de aquellos que, derrotados en los 70’s, vienen vomitando el odio y utilizando todos los medios a su alcance para vengarse de los uniformados, como ocurre con muchos ancianos encerrados en cárceles comunes, que mueren por falta de atención médica o por las vejaciones que reciben.

Ojalá este cambio se dé y el nuevo gobierno pueda aplacar un poco el tormentoso clima que la neo-lucha de clases instaló. Pero después de recuperar al campo, devolver el prestigio a las instituciones, estabilizar un poco la economía, dejar de gastar las reservas para mantener entretenidos a los más desfavorecidos y así callarles la boca, y todos los logros que son posibles, borrando del mapa a los actuales dirigentes; ¿qué pasará?

¿Realmente podemos confiar en que el “matrimonio igualitario” va a quedar sepultado en un triste recuerdo, cuando fueron sus promotores los mismos que hoy proponen un cambio? ¿Podemos tener esperanzas en que los que no pueden permitirse pagar un colegio decente a sus hijos, tengan plena confianza en que en las escuelas públicas no les van a enseñar a sus hijos a masturbarse, a utilizar métodos anticonceptivos e incentivarlos a la fornicación, cuando los que hoy proponen un cambio son los que crearon el programa “Chau Tabú”? ¿Estarán protegidos los niños huérfanos, que esperan que una familia los adopte, del capricho de los promotores de la contranatura, amparada hoy por muchos personajes del “cambio”? ¿Dejarán de morir niños asesinados por sus propias madres y por personas que juraron salvar vidas? ¿Se terminará el INADI, la CHA, LGBT y demás organizaciones que atentan contra la Santa Madre Iglesia y sus fieles? ¿Se respetará el derecho a la objeción de conciencia de un juez que no quiere declarar marido y mujer a dos sodomitas, o de un médico que no quiere asesinar inocentes?

Muchas veces es legítimo para un católico elegir el mal menor, pero cuando no tiene opción. Hoy tenemos la opción de no elegir, anulando nuestro voto, por ejemplo. No estaríamos faltando a nuestro deber cívico y, sobre todo, no estaríamos siendo cómplices de los enemigos de Dios y la Iglesia.

Los crímenes y demás pecados que hoy cometemos como Nación, no tienen precedente en la historia de nuestra Patria. Es necesario orar mucho, hermanos. Hay que reparar con ayunos, mortificaciones, desagravios y todo lo que esté a nuestro alcance.

Independientemente de quiénes sean los próximos conductores de nuestra amada Argentina, los esfuerzos para salvarla del paganismo total dependen de nosotros, los hijos de Dios que, aunque pecadores, fuimos rescatados de las ataduras de la muerte y llamados a iluminar con la Luz perenne de Cristo todos los rincones del mundo.

El Inmaculado Corazón de María nos inspire para obrar con rectitud y su poderosa intercesión cure todas las heridas abiertas de nuestra Patria, empezando por acoger el Amor misericordioso de Jesucristo.

ORACION POR LA PATRIA

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.

Dios los bendiga.

Gustavo Arias.

martes, 3 de marzo de 2015

Los Católicos Argentinos y la Política

“Panem et circenses” puede resumir los últimos 70 años de peronismo que, entre golpes de estado, terrorismo subversivo, cortos períodos de radicalismo y alianzas vergonzosas entre distintas facciones políticas, se ha perpetuado en el poder.

Con algunas variantes ideológicas y líderes más o menos carismáticos, el pan y el circo fue siempre la línea que siguieron los justicialistas. La “década ganada” no podía ser menos y, dando planes sociales, Pro-Cre-Ar, asignaciones universales y demás beneficios a las clases baja y media-baja, ha completado la primera parte de esa alocución latina. La segunda fue coronada, entre otras cosas, con el Fútbol Para Todos.

Nadie podría discutir que muchos planes sociales son necesarios para “salir de apuro”, pero de ahí a hacer pasar a los subsidiados como personas con trabajo en blanco para reducir al mínimo posible las estadísticas de desocupación, y que encima los beneficiados por dichos planes se dejen utilizar como marionetas, es algo muy distinto. El Pro-Cre-Ar dio a muchísimas personas la posibilidad de adquirir una casa propia, pero que un cristiano, por haber accedido a este programa, diga “yo estoy de acuerdo con este gobierno” y defienda la sucesión ininterrumpida de inmoralidades que se  sobrevienen desde hace años, habla de que estamos ante personas de una mezquindad moral monstruosa, en el mejor de los casos. No importa que desde el Estado se cometan las peores aberraciones y se atente sistemáticamente contra la moral; mientras el 54% tenga sus pesitos depositados todos los meses, pueda adquirir una casa o mirar fútbol sin pagar un codificador, el peronismo va a seguir siendo el régimen imperante en nuestra desangrada Argentina.

Con lo dicho podemos cerrar este artículo, porque basta y sobra para dar las razones por las cuales un cristiano no debería estar en las filas del peronismo, pero, como la tibieza encuentra siembre razones para justificar el vicio, vamos a exponer lo más grave, aquello que solamente personas sin siquiera sentido de la moral pueden justificar para identificarse con el gobierno actual.

Cuando el fiscal Alberto Nisman murió de manera misteriosa, un día antes de exponer una denuncia en la que se veían comprometidos funcionarios del gobierno y afines, muchos kirchneristas dijeron: Bueno, si se comprueba que el gobierno tuvo algo que ver con la muerte del fiscal, vamos a tener que ir apartándonos de sus filas porque estamos hablando de un gobierno mafioso. Yo le pregunto a esta gente: ¿Acaso el crimen de un fiscal es lo más grave que hizo (en caso que lo haya hecho) este gobierno? No seamos hipócritas. La cantidad de muertes en manos de delincuentes que hay en este país, con el silencio cómplice del discurso oficialista, viene ensuciando al gobierno y sus simpatizantes hace muchísimo tiempo. Aún así, los más laxos podrían seguir justificándose, porque lo que presentamos hasta ahora, si bien es gravísimo, no abarca todo el arco de inmoralidades que existen.

Desde el gobierno de Perón, con la legalización de prostíbulos, el impulso de leyes de divorcio, la quema de iglesias, el fomento de organizaciones subversivas de izquierda y derecha, etc., hasta la actualidad, en que se escucha a funcionarios kirchneristas jactándose de la distribución de preservativos, el mal llamado “matrimonio gay”, el sistema educativo que adoctrina a los niños y jóvenes en el materialismo ateo y el aborto que ya se practica en hospitales públicos; sobran razones para que un católico no solamente no adhiera a este gobierno, sino que ponga todos los recursos que estén a su alcance para librar el Buen Combate contra los enemigos de Cristo que, desde la Casa Rosada, el Congreso y demás edificios públicos, siguen atentando contra nuestra Santa Fe.

La economía es parte fundamental de la gestión de un gobierno. El mismo Papa Francisco habló en múltiples ocasiones sobre la necesidad de políticas más inclusivas, que den soluciones concretas a la pobreza y permitan a todos los ciudadanos acceder a una vida temporal digna, sin embargo nadie puede simpatizar con un gobierno solamente porque la economía funciona bien. Más aún, nadie puede decir que en este país hay auténtica inclusión porque sigue habiendo planes sociales, en vez de trabajo en blanco, siguen muriendo niños víctimas de la desnutrición y podríamos seguir la lista de falencias que este gobierno tiene en materia de inclusión y desarrollo económico, pero como se viene entendiendo a lo largo de este artículo, no es esta área de la política la que más nos compromete como nación.

El cielo no se gana con billetes, sino haciendo la Voluntad de Dios y, el peronismo, sobre todo en los últimos 10 años, mancilló cada uno de los Mandamientos de la Ley de Dios. No debería sorprendernos, al tener en las más altas esferas del gobierno a enemigos declarados de la Iglesia: feministas, abortistas, homosexualistas, masones, marxistas y una larga lista de elementos que, amparados bajo la maquinaria del poder, siguen atentando contra la Patria y promoviendo abiertamente la lucha contra la Iglesia de Cristo.

Lo más sorprendente es que, sabiendo todo esto, exista gente que participa de la Santa Misa los domingos y, de lunes a sábado apoye a los enemigos de Cristo. Otros no apoyan al kirchnerismo, pero sí a alternativas que, aunque prometen mayor rigurosidad contra los delincuentes, siguen apoyando la contranatura, el desarrollo de lobbies y demás batallas que no tienen otro fin que vaciar a nuestra Argentina de su identidad católica e hispana. Pareciera que la opción por “ninguno” les resulta anti-democrática, entonces adhieren al “menos malo”. ¿Es legítimo esto?

La democracia es muy valorada por el magisterio de la Iglesia, pero la Doctrina Social nos enseña que, tanto la democracia, como la monarquía o cualquier otro sistema, siempre que sea justo, es legítimo. Nadie “falla a la democracia” por no adherir a partido alguno. Y aunque lo hiciera, hay valores muchísimos más importantes que deben tutelarse antes que la democracia. Es como que un padre, por no dejar que su hijo se aburra, lo deje jugar con las serpientes. Todavía más: nadie peca por no ser democrático y mucho menos cuando, tomando esta postura, trata de ser fiel a Cristo.

En Lucas 11:23, el mismísimo Cristo nos dice que el que no está con Él, está contra Él y el que no recoge con Él, desparrama. Parece una perogrullada, pero hay que decirla para aclarar un poco el panorama de algunos hermanos: EL QUE ESTÁ CON ESTE GOBIERNO, ESTÁ CONTRA CRISTO.

Lejos de querer apuntar con el dedo a nuestros hermanos, quise con este artículo cumplir con la corrección fraterna. Todos somos pecadores y debemos luchar contra nuestras flaquezas, pero, nombrando de nuevo al Papa Francisco: PECADORES, SI; CORRUPTOS, NO. El que es pecador por debilidad, es perdonado por el Señor todas las veces que se arrepienta, pero el que, sabiendo que está en el error, no se arrepiente y sigue en su conducta, convirtiéndose así en un corrupto, no puede ser alcanzado por la Divina Misericordia que no violenta la voluntad de las personas, a las cuales Dios creó libres.


Recemos, hermanos, por nuestra Patria y digamos junto a María: ¡ARGENTINA, CANTA Y CAMINA!

Gustavo Arias.

martes, 6 de mayo de 2014

Aborto - Un Caso Para Reflexionar

El aborto en Argentina está penado en el artículo 86 del C.P. Aunque en el mismo Código, en los incisos 1° y 2° del artículo antes citado existen justificativos para este crimen, no fue hasta el año 2012, por disposición de la Suprema Corte de Justicia, que se permite practicar un aborto en casos de violación, a cualquier mujer, cualquiera sea su condición o el riesgo que corre. En síntesis, lo que la Corte Suprema de Justicia hizo fue despenalizar el aborto de facto.

Para entender cómo es que la Corte Suprema llegó a este grado de irracionalidad, tenemos que revisar un poco el “currículum” de la actual ministra de dicha corte. Se trata de Carmen María Argibay, militante atea y feminista, que está a favor de la despenalización del aborto por considerarlo un “derecho” de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Fue presa política durante el Proceso de Reorganización Nacional e integra la Corte desde el 3 de Febrero del año 2005.

Desde la reforma de la Constitución del año 1994, el Pacto de San José de Costa Rica, que entre otras cosas, declara inviolable el derecho a la vida del no nacido, tiene jerarquía constitucional. La “década ganada” en nuestro país instrumentalizó esta Convención de DDHH para vengarse de sus antiguos enemigos y así encarcelar a militares ancianos en cárceles comunes (violando el Pacto), dejar en libertad a personas que instauraron el terror en las décadas del 60 y 70, darles cargos públicos importantísimos, destruir totalmente a las FF.AA., FF.SS y FF.PP, y un sinfín de singularidades que sólo pueden tener lugar en un régimen criminal.

Entre los beneficiados de estas disposiciones, está la señora Argibay. Como cualquier persona con un poco de sentido común puede pensar, la tortura llevada a cabo por algunos miembros de las Fuerzas en época del Proceso, es inadmisible, por más criminal que sea el torturado. Obviamente, esto se aplica aún con mayor peso para el inocente. ¿A esta señora le importan realmente los DD.HH, siendo que por un lado execra las torturas a terroristas, pero por el otro considera asesinar a un bebé un derecho?

Hace pocos días, invadió los medios la noticia de una adolescente de 13 años, abusada sexualmente por un degenerado, que quedó embarazada. En un hospital público se negaron a practicarle el aborto, pero días después se lo practicaron en una clínica privada. El niño que había sido concebido en el vientre de esta chica tenía ya seis meses. Un mes y medio atrás de esta noticia, en nuestro país, nacía un bebé seismesino. Y casos de niños nacidos antes, abundan.

Muchos criminales que apoyan la práctica del aborto, aducen que el bebé en el vientre de su madre, aún no es persona. ¿Realmente puede existir un convencimiento pleno de esta afirmación, que atenúe la criminalidad de esta gente, o tenemos que pensar que se trata de verdaderos genocidas? Yo me inclino por la segunda opción. Es inaudito pensar que los miles de militantes feministas, que buscan la implementación del aborto, utilizando todas las herramientas jurídicas a su alcance, presión política y otras estrategias; sean tan imbéciles como para no saber que un bebé de seis meses es una persona.

Algunos “representantes del pueblo”, hace muy poco, salieron a festejar el bautismo de la hija de una mujer unida civilmente con otra. Fue realmente una fiesta que tuvo repercusión internacional y hasta contó con la participación de la "Señora del 54%". Lo que tendría que haber sido un bautismo normal, de una niña que no tiene la culpa de la inmoralidad de los mayores, ocupó muchas páginas de periódicos y estuvo en boca de muchas personalidades importantes.

Hasta hoy, absolutamente nadie salió a opinar sobre el asesinato de este bebé. Ni siquiera un minuto de silencio en el ámbito público. Ni una muestra de sensibilidad, aunque sea hipócrita, de quienes supuestamente tienen que tutelar la integridad de las personas.

¿Qué método habrán utilizado en esa clínica para extraer del vientre de la adolescente a ese bebé? Como comentaba arriba, hay bebés que nacen seismesinos, por lo tanto ya tenía todo el sistema nervioso desarrollado. ¿Qué hicieron cuando vio la luz para matarlo? ¿En qué mente podrida puede caber la posibilidad de desmembrar a una criatura inocente? Nadie se lo pregunta. Solamente se puede ver a las feministas desnudas en las calles, celebrando un logro más y a uno que otro periodista emitiendo opiniones baladíes sobre si está bien o mal lo que hicieron estos malditos. ¿Qué van a hacer con la adolescente que tiene el trauma de haber sido violada y ahora se le agregó otro peor? ¿Van a salir a decir que era peor que diera a luz a su hijo y darlo en adopción, que asesinarlo?

En el siglo pasado se justificaban matanzas en masa, culpando a grupos minoritarios de las desgracias de una población. Hoy se justifica la matanza de bebés, seres totalmente indefensos, adjudicándoles todos los males sufridos por sus madres. ¿No nos alcanzaron las masacres que llevaron a cabo tantas dictaduras, que justificaban el genocidio, para aprender que el valor de la vida humana no tiene por encima ningún otro derecho? Y mucho menos cuando se trata de la vida de un inocente.

Recemos, hermanos, por esos niños asesinados, sin oportunidad siquiera de un bautismo. Que la Misericordia de Dios los acoja en su Reino. También pidamos por los promotores de esta cultura de la muerte, para que el Señor pueda tocar sus corazones, se arrepientan y puedan salvar sus almas.

Que Dios los bendiga.

Gustavo Arias.

lunes, 5 de mayo de 2014

Diarios Digitales: Medios Para la Evangelización

Desde su comercialización, internet produjo una verdadera revolución en lo referido a medios de comunicación, como así también en áreas como el arte, la literatura y otras disciplinas. Trajo progresos, pero también decadencia. Lo que en otros tiempos era difícil de conseguir porque en el país no existía, hoy está al alcance de un clic. La pornografía está presente hasta en las páginas mas “serias”, la violencia es difundida en distintos sitios webs como objeto de entretenimiento y la contranatura y otras inmoralidades, vistas como algo normal, están prácticamente presentes en todos los diarios digitales. Y sobre esto último quiero referirme hoy.

Los diarios digitales más populares, que suelen tener también su versión impresa, y son leídos por millones de personas diariamente, difunden, como dijimos en el primer párrafo, todas las inmoralidades presentándolas como buenas, distorsionan información, según la tendencia política propia del diario y presentan las noticias del Papa y la Iglesia como a ellos les parece que deba ser presentada, menos como realmente debería serlo, dando lugar a interpretaciones descabelladas de palabras del Santo Padre, etc. Pero como Dios de lo más aberrante puede sacar cosas buenas, podemos ser nosotros sus instrumentos para llevar adelante una tarea evangelizadora.

Hace un tiempo me hice una cuenta en un diario muy popular aquí en Argentina, ya que en los foros se puede emitir opiniones. Hay gente buena y gente mala, como en todos los ámbitos, pero sobre todo me llamó la atención la obra evangelizadora de algunos y el buen combate dialéctico sostenido por otros en defensa de nuestra Santa Religión.

Me parece que, si bien la gran mayoría de los que escribe en esos foros, son militantes del odio misoteísta; la minoría católica, cristiana de otras denominaciones, religiones o simplemente atea, pero que respeta las creencias de los demás, hace un gran bien en pos de la Verdad y el respeto entre las personas. Podemos encontrarnos gente que comenta cosas como “Yo soy ateo, pero respeto las creencias de los demás y me parece que juzgar al Papa hoy, año 2014, por lo que pudieron hacer papas anteriores, es un error” ó “No se puede juzgar con la mentalidad y la idiosincrasia de hoy, hechos ocurridos hace quinientos años”. Como verán, no evangelizan, pero sí hacen un gran bien aportando razonamientos a favor de la sana convivencia y el respeto muto.

Pero aquí quiero centrarme principalmente en las posibilidades que se nos presentan para la evangelización y la defensa de la Iglesia. Como dijimos mas arriba, la cantidad de gente que lee los diarios digitales es enorme y muchos de ellos leen también los comentarios que hacen los usuarios en el foro, por lo tanto un comentario evangelizador llegará, como mínimo a decenas de personas. Otra ventaja es que los usuarios que escriben barbaridades e incluso verdaderas blasfemias, generalmente son impulsados por el odio a lo sacro y no son verosímiles ni siquiera para los ateos verdaderos, ya que escriben frases sacadas de páginas o libros de autores mediocres, que repiten lo mismo una y otra vez, haciendo referencia a la inquisición, las cruzadas, la pedofilia en la Iglesia y demás sandeces que son presentadas entre insultos, por lo tanto la credibilidad es baja para los cortos de mente y nula para quien tiene un CI normal.

El principio fundamental para desarrollar nuestra evangelización en estos medios es no caer en la bajeza de los cristianófobos. Si ellos nos insultan, nosotros oremos por ellos; si nos preguntan con real anhelo de aprender, respondamos. No olvidemos que muchos de ellos nunca oyeron el Evangelio y simplemente repiten las tonterías que dicen sus amigos. Hay que aprender a distinguir a aquellos usuarios que son medianamente formados y malintencionados. Dicen cosas como “Santo Tomás de Aquino dijo que las mujeres son defectuosas y mal nacidas”. Ante estas afirmaciones falsas, solamente basta DECIR LA VERDAD. Cualquiera que lea estas premisas, dichas supuestamente por un Santo, se va a dar cuenta que está sacada de contexto o que es un invento de alguien de pocas luces. En internet hay información buena y mala; quien quiera sacarse las dudas realmente de lo que dijo o no dijo un Santo, puede hacerlo tranquilamente, por lo tanto NO TENGAMOS MIEDO DE DECIR LA VERDAD ante las falsas acusaciones de estas personas.



Una vez identificados los mal intencionados y, de ser necesario contraponer a sus afirmaciones la Verdad, es fundamental no interactuar con ellos. Evitemos decir su nombre (o apodo) para que no crean que les estamos dando importancia, ya que no son ellos exclusivamente el objeto de nuestro apostolado, sino todas las personas y la difusión de la Verdad. Para explicarlo mejor: Si confrontamos con ellos, podemos dar la apariencia de que se trata de algo personal, cuando en verdad lo que hacemos es desmitificar, evangelizar y ayudar a que las personas de buena voluntad no se dejen engañar por afirmaciones producto del odio de misoteístas.

Otros usuarios, aunque pueden pensar distinto a la Verdad, tienen buenas intenciones y hacen preguntas que realmente vale la pena responder. Como advertencia y por experiencia propia les digo que son los menos. Es importantísimo, cuando recibimos una pregunta, ver comentarios anteriores del mismo usuario. En muchas ocasiones se trata de un cristianófobo recalcitrante que nos pregunta algo irónicamente para luego burlarse y continuar insultándonos.

La evangelización a través de estos medios implica paciencia y mucha oración. No es lo mismo predicar en un grupo parroquial que hacerlo frente a la hostilidad de personas que odian a Cristo y a su Iglesia. Es muy importante proponerle a los demás hermanos en la Fe que oren por los que están alejados de Cristo, pero fundamentalmente por aquellos que nos persiguen, nos insultan, calumnian contra el Santo Padre y la Iglesia. La oración trae grandes frutos y conversiones.

No olvidemos que nosotros tenemos la ventaja más grande: Pertenecemos a la Iglesia de Cristo, que es depositaria de la Verdad plena, por lo tanto ninguna afirmación contraria a la recta doctrina va a poder encontrar real acogida en los hombres, que fuimos creados por Dios, para Dios y poseemos una naturaleza que, aunque haya quienes quieran torcerla, está en una constante búsqueda del Creador.

Además no olvidemos la promesa que el mismo Cristo hizo a Pedro cuando fundó su Iglesia: Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Demos testimonio de nuestra Fe con educación, buen humor y sobre todo con mucha Caridad con los que nos odian. El amor siempre va a vencer al odio y las personas que aún no están muy convencidas de su cristianismo, van a optar siempre por la propuesta amorosa y, sobre todo, por la Verdad.

¡Que Dios los bendiga!

Gustavo Arias.

miércoles, 16 de abril de 2014

¡¡Feliz Cumpleaños Benedicto XVI!!

Como lo dije en otro post, fue durante el pontificado de Benedicto XVI que yo regresé a la Iglesia. Este Papa marcó definitivamente mi vida, por eso quiero decirle en este pequeño post

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS BENEDICTO XVI!!



Les pido a todos una oración en acción de gracias por un año más de vida de nuestro Papa Emérito.

Gustavo Arias.

lunes, 7 de abril de 2014

Cuando la Omisión es un Crímen

Brindar seguridad a los ciudadanos es una de las tareas cardinales del estado. Un estado que omite intervenir ante hechos de violencia en una sociedad, es un estado criminal.

Mucho se ha hablado de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Proceso de Reorganización nacional. Si miramos la definición jurídica de “crímenes de lesa humanidad”, los asesinatos cometidos en hechos de inseguridad no encuadrarían en esta definición; sin embargo la cuestión no es legal, sino moral.

Hay países donde es legal el aborto, sin embargo no quita que se trate de un crimen abominable, como lo define claramente el Catecismo de la Iglesia Católica. El adulterio no está tipificado en ningún código penal (al menos en países occidentales), sin embargo se trata de un cáncer social que afecta a millones de familias en el planeta, además de ser un pecado mortal. Así podríamos enumerar un sinfín de conductas que, aunque no estén penadas por la ley positiva, son contrarias a la Ley Natural y por lo tanto deben ser execradas por cualquier persona de buena voluntad.

Hoy en día hay proyectos de reformas en el código penal que pretenden atenuar penas para los delincuentes. A simple vista parece que los que deberían proteger a los ciudadanos, dirigen todos sus esfuerzos a perjudicarlos. Personalmente no creo que sea así, ya que sería caer en un simplismo absurdo, pero entonces ¿Cuál es la razón de ser de estas políticas? ¿Acaso a alguien le conviene que haya inseguridad y muertes a manos de delincuentes?

Una vez, mientras compraba una revista, me puse a charlar con el vendedor sobre la situación política actual. El señor me dijo una frase muy dura, pero en gran parte real:

“No son políticos que delinquen, sino delincuentes que hacen política”

Obviamente se refería a “ciertos políticos”. Esos que pusieron como ministro de seguridad a una mujer que otrora militaba en una organización terrorista y asesinaba militares, policías y empresarios, como parte de un plan para instaurar una dictadura; esos que destinan menos del 9% de lo que se gasta en un entretenimiento, en combatir el narcotráfico. Son los mismos que apoyaron la contranatura y atacaron ferozmente al entonces Cardenal Bergoglio por sus opiniones a favor del matrimonio; y hoy van a Roma a llevarle un cuadro de Santa Rosa de Lima pintado con vino tinto.

Hoy se dan hechos lamentables de reacción social ante el delito, los linchamientos; que lejos de ser un antídoto para el caos, fomentan más violencia. Sin embargo aquí sí actúa la justicia y hasta los políticos salen a repudiarlo. Bajo ningún concepto se puede justificar que un grupo de personas golpee salvajemente a un hombre que robó una cartera; pero que un juez salga en defensa de un delincuente y haga la vista gorda a la cantidad de crímenes que se dan día a día en manos de malvivientes, es una locura.

Un juez autorizó hace dos días una pensión permanente de $8500 para el ladrón linchado en Palermo. Un hombre que se dedica al delito va a cobrar más que otro que trabaja 45 horas semanalmente en un supermercado. ¿Las familias de los miles de muertos en manos de criminales que hubo, hay y seguirá habiendo, cobran pensión permanente?

Como vimos en los primeros párrafos, no se puede comparar la delincuencia con los crímenes cometidos por una dictadura, sin embargo la responsabilidad moral es exactamente la misma. El General Videla tal vez no mató a ningún terrorista durante el proceso, sin embargo dió la orden. Los responsables de la seguridad no matan a nadie, pero omiten poner manos a la obra permitiendo que los crímenes ocurran. Lo que agrava la situación es que, a diferencia de los crímenes de la dictadura, los que mueren hoy son inocentes.

Según fuentes oficiales, en los últimos 20 años, hubo 54.000 asesinatos en el país. Se sabe que las cifras van en ascenso, por lo tanto la mayoría de los crímenes se cometieron durante la llamada “década ganada”. Es casi el doble de la cifra de desaparecidos por la dictadura, inventada por los defensores del terrorismo marxista y que ya se ha convertido prácticamente en un dogma.

Cuando algún gobierno futuro tome las riendas de este país y empiece a hacer justicia ¿se condenará a los responsables de haber omitido hacer algo para evitar esta cantidad de asesinatos? ¿Se hablará que hubo un 54% de la población que lo apoyó con su voto y fue igualmente responsable por todos los crímenes cometidos?


Gustavo Arias.



Oración por la Patria

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.

Amén.

lunes, 24 de febrero de 2014

La ONU Contra la Iglesia


La Organización de Naciones Unidas realizó recientemente un informe donde vomita todo el odio visceral que guarda hacia la Santa Religión. Resulta que se acusa al Vaticano de “violar los derechos de la infancia”
al no entregar a los pedófilos a las autoridades civiles.

No nos vamos a centrar en el documento, pero es importante remarcar que, además de la acusación, exigen que la Iglesia cambie su posición respecto a la homosexualidad y que apruebe el aborto en casos de menores de edad, entre otras cosas. Es raro que por un lado digan que quieren proteger a los menores, pero por el otro exijan que se los asesine o se los entregue a una pareja de sodomitas.

El embajador de Ginebra, Monseñor Silvano Tomasi, respondió a las acusaciones diciendo que “el informe era distorsionado, injusto, tendencioso y que respondía a una ideologización detrás de la cual estaban grupos defensores de los derechos homosexuales”. Es sustancial comprender las palabras del Monseñor Tomasi, ya que resumen perfectamente la cochambre ideológica que impulsa la ONU.

Entre los objetivos que se propone esta organización, están:

* Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

* Promover la igualdad entre los “géneros” y la autonomía de la mujer.

* Reducir la mortalidad infantil.

* Mejorar la salud materna.

Podemos nombrar otros, pero creo que con estos nos alcanza para divisar de lejos la paradoja que existenentre sus objetivos y su accionar.

Losngrupos de presión homosexual y feministas inventan derechos ilegítimos. Pongamos como ejemplo el “matrimonio” igualitario que recientemente se aprobó en nuestro país (Argentina) con la aclamación de la presidente y todos sus secuaces oficialistas y opositores:

La palabra matrimonio proviene del latín “matris” (madre o matriz) y “munium” (cuidado); unidas ambas significa “cuidado de la madre o la matriz”. El concepto surge de la tradición judeo-cristiana, donde bien se sabe que el padre provee el sustento económico a su familia y la madre cumple el rol insustituible de sustentar a la familia en el plano espiritual, enseñando a sus hijos la recta doctrina, y en el educativo. Resumiendo, el matrimonio debe garantizar la protección de la mujer para que pueda llevar adelante su tarea de madre que es, sin lugar a dudas, el rol más honorífico que un ser humano puede tener y el cual muchos hombres desearían ocupar. Por lo tanto, lejos de “atentar” contra la mujer, el matrimonio fue instituido por Dios para protegerla y darle ese lugar único en la familia, como lo hizo con la Santísima Virgen María.

Cuando la legislación nacional tenía un poco de sentido común, los homosexuales tenían el mismo derecho que los heterosexuales de contraer matrimonio. Si de repente un hombre homosexual decidía casarse con una mujer, podía hacerlo tranquilamente. Es falso que se les “truncaba un derecho fundamental”. Lo que hizo la nueva legislación es inventar un derecho de la nada. Aunque se le quiera llamar matrimonio, sabemos que no lo es por lo que vimos arriba; se contradice con el concepto porque los elementos que lo componen son cosmológica y teológicamente incompatibles.

¿Y pretenden darle la misma dignidad a la mujer, permitiendo que un hombre sexualmente desviado decida pertenecer al sexo femenino y sea considerado como tal? ¿Se puede mejorar la salud materna desconociendo la esencia del concepto de maternidad? ¿Acaso a alguien se le puede cruzar por la cabeza asesinar cobardemente a un bebé en el vientre de su propia madre y jactarse de enarbolar la lucha contra la mortalidad infantil?

La praxis marxista y liberal atenta abiertamente contra la Iglesia. Sabemos muy bien que las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella, pero igualmente debemos defenderla ante el avasallamiento del Príncipe del Mundo que hoy mora en la ONU, pero también en nuestros gobernantes y en todos los depravados que, mediante el sufragio, los ponen en el poder, dando lugar a las políticas que están destruyendo hasta los últimos vestigios que todavía quedan vivos de la Cristiandad.

Les ruego que entre sus plegarias pidan al Todopoderoso que, aunque todo esto tenga que ocurrir, nos de las fuerzas para mantenernos firmes en la lucha, sobre todo espiritual, para no ceder ante el mal que hoy azota con tanto ímpetu contra la Barca de Pedro. Igualmente supliquemos que nos de cada día más Fe, Esperanza y Caridad, ya que son las virtudes que nos van a proveer las armas para dar lucha con eficacia y esperar el Juicio Final en auténtica paz. Creo que un acto grandísimo de amor sería también orar por la conversión de quienes llevan adelante estas ideologías.

Les dejo un video donde el Monseñor Héctor Aguer (Arzobispo de La Plata, Argentina) explica de manera clara y breve el problema de la ONU y las políticas que impulsa.

http://www.youtube.com/watch?v=dMxwwpLtkCQ
                                                                                                                                       Gustavo Arias.

Este artículo fué posteado con anterioridad. Debido a dificultades con el video que en el mismo se incluye, tuvo que ser nuevamente publicado.

domingo, 26 de enero de 2014

Movimiento Rastafari - Drogadicción, Racismo y Anticatolicismo

La imagen de “puro amor” que la mayoría de los que son víctimas de la publicidad tienen respecto al Movimiento Rastafari puede ser removida fácilmente acudiendo a cualquier fuente, incluso a aquellas que promueven estas culturas, ya que cuando la verdad es muy evidente, la mentira poco puede hacer para acallarla; como dice el adagio, “no se puede tapar el sol con un dedo”. Basta con mirar Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_rastafari#Racismo) para asesorarnos. Es importante mentar que esta pseudo-enciclopedia apoya este movimiento y da un perfil muy positivo (siempre que se pueda) de sus personajes mas relevantes.

Los “Rastafari” creen que la raza negra es descendiente de los israelitas del Antiguo Testamento (El Pueblo Elegido). Así plantean una religiosidad basada en distintas doctrinas judeo-cristianas, budistas, hinduistas, entre otras.

En 1931 accede al trono de la actual Etiopía Haile Selassie, considerado hoy por los rastafaris una reencarnación de Cristo. Esta creencia fue propuesta por Marcus Garvey, quien hoy es considerado una versión moderna de San Juan Bautista. Hasta aquí todo parece una simple locura de un montón de drogadictos, pero resulta que este desquicio pone sus miras en objetivos mucho mas peligrosos. Garvey dijo:

“Creo en una raza negra pura igual como los propios blancos creen en una raza blanca pura.”


No se froten los ojos porque lo que acaban de leer es real; una de las culturas mas difundidas en el globo terráqueo tiene los mismos ideales que el nazismo, ni más ni menos. Por un lado tenemos la “superioridad racial” sobre la cual Adolf Hitler apoya su retórica, y por el otro el socialismo que pretende “librar” a una colectividad destruyendo a otra. Sintetizando, lo que para Hitler era la “raza aria”, para Garvey era la “raza negra” y lo eran para Hitler los judíos, son los blancos para Garvey.

Veamos lo que dice Wikipedia respecto al movimiento:

Para el rastafarismo (…) la raza blanca surgió de una antigua civilización malvada carente de una dimensión espiritual para la vida y que su propia existencia es innatural. Así, la visión escatológica del rastafarismo plantea a la raza negra como el gobierno legítimo a imponerse, una vez colapsado el gobierno blanco occidental.

Aquí es a donde quería llegar. Muchos hermanos miembros de la Iglesia acatan la religiosidad subvertida que proponen los Rastafari. Me inclino a pensar que es producto de la ignorancia ayudada por el mensaje de los medios que muestra a esta cultura como un sinónimo del amor. Este pequeño artículo va dedicado para ellos, ya que el católico que, a sabiendas de la aberración que significa dicha filosofía, aún así ve en ella una “opción de vida”, tendrá que rendir cuentas al Señor por trasgredir el Primer Mandamiento.

Creo que el problema religioso es evidente y no merece siquiera explicaciones, aunque es el principal. Lo secundario, aunque no menor, son los fines socio-políticos que propone esta doctrina. Como leímos de Wikipedia, el principal foco a atacar es el occidentalismo, eliminando hasta el último vestigio de “hombre blanco”, considerado “innatural”. Sería casi redundante decirlo, pero muy oportuno; EL PRINCIPAL FOCO A ATACAR DE ESTA CULTURA ES LA CIVILIZACION CRISTIANA.

Europa, como centro de la Evangelización, es la principal enemiga del rastafarismo. Tras ésta, viene toda América, heredera del antiguo continente, principalmente los países hispanos por su fuerte tradición católica. Es por eso que, aunque parezca un disparate, Marcus Garvey apoyaba al grupo racista Ku Klux Klan por su fuerte anticatolicismo y por considerar que su accionar iba a permitir el retorno de la población negra a África, considerada una especie de “tierra prometida”.

Con todo lo antedicho, vale reflexionar sobre la penetración que tuvo (y tiene) esta cultura en occidente. Hoy en día se la impulsa desde la música, como es el caso del “reggae”; sin embargo el “mensaje aculturizador” está presente en miles de artistas que no pertenecen al ambiente del reggae. Pudo verse también en movimientos políticos como los terroristas norteamericanos “Panteras Negras”. Mas grave aún es el caso de la legalización de la marihuana (clave en la cultura Rastafari) que muchos países están haciendo propia, tratando de minimizar la gravedad de nocividad de esta droga que es la puerta de entrada al mundo de uno de los flagelos mas execrables del mundo.

Muchos dirán que lo que planteo nada tiene que ver con “un plan sistemático para acabar con el mundo occidental” y estoy totalmente de acuerdo. Volvernos conspiracionistas es no asumir la responsabilidad. Es más que obvio que la infiltración de esta podredumbre cultural, que cada día aleja más al hombre de Dios y lo acerca a lo que el Papa Francisco llama “amor de telenovela” y al “Príncipe de este mundo”, es culpa nuestra. Somos nosotros los que renunciamos a nuestra Fe para adoptar creencias paganas o, en el mejor de los casos, tratamos de conciliar Verdad con mentira. Nosotros abandonamos nuestra cultura, concordante con nuestra Fe, para adoptar formas de vida que nos hacen daño, como es el uso de drogas, el “amor libre”, la pornografía, etc.

Hay una tendencia cultural a pensar que, como los negros fueron víctimas de la esclavitud durante mucho tiempo, debe tolerarse el racismo y la discriminación ejecutados por estas personas porque son producto de una “reacción” ante el avasallamiento sufrido otrora. Esto pasa también con los movimientos sionistas más radicales que justifican hasta la tortura en el Estado de Israel porque el puedo judío fue víctima del nazismo. También puede verse en los movimientos feministas que, con el pretexto de reivindicar supuestos “derechos” de las mujeres (víctimas de la cultura machista), impulsan proyectos de legalización del aborto. Muchos tratan de encuadrar estas reacciones dentro del concepto de Legítima Defensa. Obviamente es imposible hacerlo, ya que el “carácter actual de la acción”, que es un requisito indispensable para que se de la justificación de la conducta, no existe.

Son muchísimos los peligros a los que los católicos nos enfrentamos a diario; sea por vernos tentados a abrazar doctrinas ajenas e incompatibles con la Verdad, o por ser extirpados de la vida política, económica, social, etc. de nuestros países de tradición católica o; en el peor de los casos, ser perseguidos como ocurre en tantos lugares del mundo a causa de las doctrinas del odio a Dios, inspiradas por otras religiones o simplemente por filósofos, como Carl Marx que decía que “La religión es el opio de los pueblos”.

El motivo por el cual quise centrarme en el Movimiento Rastafari es porque, al menos en Hispanoamérica, tiene mucho “peso” y está abarcando cada vez más espacios en nuestra cultura. Muy común es oír canciones del género “reggae” donde se habla de Dios, fe, amor y demás conceptos que de lejos parecen totalmente conexos con nuestra Fe; incluso se habla de Cristo en muchas de ellas, pero recordemos que ellos creen que Cristo se reencarnó en Selassie y la “fe que libera” de la que tanto hablan, libera a la “raza superior negra” de lo que ellos considera la “opresión” de la Civilización Cristiana. Si el protestantismo, que con todos sus errores está considerado cristianismo; es una herejía, ¿Qué podría decirse de esta secta jamaiquina que promueve la drogadicción, el racismo y la cristianofobia?

Es menester hacerle frente enraizándonos en la recta doctrina y, así como ellos impulsan la perversión, debemos nosotros alumbrar cada rincón a nuestro alcance con la Luz del Evangelio.

Dice el Señor en Mateo 12:30:

“El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.”

Dios los bendiga.
Gustavo Arias.