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lunes, 19 de diciembre de 2016

Feminismo: La "Lucha de Sexos"

Antes de empezar a desarrollar el tema que quiero tratar en este artículo, quisiera hacer una aclaración, para evitar malos entendidos: la violencia contra las mujeres es repudiable y debe ser condenada por la ley y por cualquier persona de buena voluntad, como debe ser condenada la violencia contra los ancianos, contra los niños por nacer y contra cualquier grupo humano que, por la razón que sea, se vea en inferioridad de condiciones físicas, psíquicas, sociales, etc.

Un hombre que golpea o mata a una mujer debe ser castigado; de igual modo, una mujer que golpea a un niño o lo asesina mediante un aborto. El problema comienza cuando se pretende dar mayor peso a la violencia contra un grupo determinado de personas. Golpear a otro, sea hombre o mujer, está mal. No hay razón para decir que, si el victimario es hombre y la víctima mujer, está mal, pero si es al revés, está bien.

El marxismo propone la lucha de clases, donde los ricos son los malos y los pobres los buenos. Esa idea fue cambiando algunos componentes, hasta convertirse hoy en la “lucha de sexos”, donde la mujer es la oprimida y el varón el opresor. Los que defienden estas ideas nunca van a admitir que sea así, pero basta ver un video de “concientización” para darse cuenta de lo que hablo. Hace unos días, haciendo “zapping” di con uno de estos spots, donde actuaba gente del ambiente artístico más chabacano, pero suficiente como para influenciar a las masas. Frases como “¿Te dice que es mejor que no trabajes, que te quedes en casa? Eso es violencia” o “¿Te pregunta con quién hablas por celular? Eso es violencia”. En un momento, uno de estos actorcillos de telenovelas, pregunta “¿Un insulto, un empujón?”; y así mezclan la violencia con el legítimo derecho que tiene un marido a saber con quién habla su esposa o de pedirle, si así lo considera conveniente, que se quede en casa a cumplir su función de madre y esposa. En una parte del video, uno de los personajes dice “Si se arrepiente y te pide perdón, no alcanza”. Entonces, la única vía sería el divorcio.

Ya Engels en “El Capital” se manifestaba hostil hacia la familia. La subversión marxista jamás buscó proteger al proletario o a la mujer frente al avasallamiento de los capitalistas o los varones, respectivamente. De hecho, la historia muestra que, lejos de hacer prosperar a los pobres, el comunismo se encargó de empobrecer a las clases medias, sumando más pobreza a la ya existente. Con la mujer se da la contradicción de que, si bien por un lado aparentan defenderla, por el otro dicen que es (la mujer) una construcción social. Así se desarrolló la tristemente célebre ideología de género, que niega las diferencias sustanciales del varón y la mujer, reduciéndolas al sexo que, eventualmente, también podría cambiarse, según el antojo de los depravados.

Llegados a este punto, podrá preguntarse el lector: ¿a dónde quiere llegar quien escribe? La respuesta es sencilla: el adoctrinamiento de las masas, mediante la educación, los medios de comunicación y demás, para subvertir el orden moral y eliminar el sentido común, es un hecho. No se trata de una teoría conspirativa. Los mismos que se levantaron en armas contra la Patria en los años 60 y 70 para instaurar un régimen marxista, son los que hoy están en el Congreso legislando en contra de la familia y la vida humana, son los mismos que hoy desinforman utilizando los medios de comunicación, son aquellos que pintan consignas en las paredes de la Catedral como “la única iglesia que ilumina es la que arde”. Es la revolución gramsciana que, como un cáncer, está matando a nuestro país y al mundo entero.

Los feministas consideran que todo lo que vaya en contra de la decisión de una mujer, es violencia, así esa decisión sea inmoral. Según ellos, si una mujer queda embarazada y no se le permite abortar, es víctima de violencia de género. Ni el fin ni los medios importan para legitimar o condenar una acción, sino si quien la ejecuta es una mujer o un varón.

San Agustín en su magnífica Civitate Dei expone muy bien el problema. La Iglesia sigue su marcha y la promesa de Cristo, respecto a que las puertas del infierno no prevalecerían contra Ella, debe darnos la tranquilidad de que así será. Pero está la Babilonia, bajo el dominio de Satanás, que corrompió al poder político y que vomita todo su odio, utilizando a los movimientos feministas, el periodismo, las escuelas y todo lo que esté a su alcance para pervertir todo orden establecido por el Creador. Sabe el demonio que, finalmente, será derrotado, por eso ataca lo que Dios más ama. Así buscan las logias y sectas subvertir todo orden, utilizando movimientos como el feminismo, para violentar las conciencias, haciendo creer que está bien asesinar bebés, borrar la figura del padre, prostituir con la impudicia y las malas costumbres a la mujer; promover la sodomía; el onanismo y demás perversiones.

Es importante la oración en familia, la participación en la Santa Misa de los padres junto a los hijos, frecuentar los Sacramentos y formarse no sólo para sí, sino también para formar. Una charla en el ámbito laboral o un comentario en las redes sociales, puede rescatar a un hijo de Dios perdido en la pestilencia del pensamiento único que se impone con más rencor cada día, con la connivencia de presidentes de muchas naciones, de miembros de organizaciones internacionales y, para nuestro pesar, de muchos pastores a los que el Señor les confió el cuidado de Su rebaño.

Hace menos de un año se estrenó en Argentina una película llamada “Me casé con un boludo”. Llama la atención que, los mismos que consideran violento a un hombre por preguntarle a su esposa con quién habla por celular, se rían de una mujer que llama “boludo” a su marido.

Ayer eran los proletarios contra los capitalistas, hoy las mujeres contra los hombres. Mañana tal vez sean los niños contra sus padres. Toda división o antagonismo sistemático entre distintos grupos humanos, responde a un plan diabólico. Nadie puede adherir a ideas así sin incurrir en una grave ofensa a Dios.


Pidamos a María Santísima que interceda por las familias, especialmente por aquellas que sufren divisiones internas o que se ven atacadas desde afuera por la dictadura del relativismo, como bien llamaba el Papa Emérito Benedicto XVI a esta corriente ideológica que persigue a todo el que no adhiera a ella.

Gustavo Arias.

martes, 10 de noviembre de 2015

Mantener la Esperanza

Desde la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, pasando por todo el magisterio social de sus sucesores, el marxismo ha sido, directa o indirectamente, condenado por la Iglesia. Digo directa o indirectamente porque en muchas ocasiones se consideró al marxismo como un todo, poniendo de manifiesto que se trata de una ideología intrínsecamente perversa, pero también se han condenado rasgos particulares de esta subversión doctrinal, como la lucha de clases, el profundo ateísmo que sostiene, el terrorismo o las distintas sub-ideologías que han ido confluyendo en lo que hoy podríamos llamar un “marxismo democrático” o, para utilizar un término más propio, una “socialdemocracia”.

Como todos sabemos, los que vienen dominando el plano político de nuestro país desde hace doce años, pueden ubicarse en esta socialdemocracia. Muchos funcionarios del gobierno actual fueron parte de aquella “juventud idealista” que utilizaba la violencia, asesinando militares, policías, empresarios y muchas otras personas que eran para ellos enemigos de la “causa socialista”. Por supuesto que, si moría un niño de 3 años (1) en manos de estos criminales, era un “efecto colateral” y, en muchas ocasiones, necesario.

Gracias a la guerra anti-subversiva llevada a cabo por nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, los terroristas tuvieron que deponer las armas, empero, perdida la guerra armada, nunca perdieron la ideológica y, frente a este panorama, la Iglesia se ha ido pronunciado y advirtiendo sobre los peligros de este terrorismo ideológico. Un ejemplo claro de esta resistencia a los enemigos de la Santa Fe, es la del entonces Cardenal Bergoglio, cuando en 2010 advirtió sobre “una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios” (2), al tratarse la imposición demoníaca del “matrimonio homosexual”, que finalmente fue llevada a cabo (3).

Recientemente tuvo lugar la aprobación del nuevo Código Civil, que pulveriza el concepto de familia y hace del matrimonio un contrato rescindible con la sola voluntad de uno de los contrayentes, además de introducir conceptos de la ideología de género y de quitar la patria potestad a los padres (4); por lo que los niños pasarían a pertenecer al Estado, obviamente, si no son asesinados en un hospital público mediante el aborto, como autoriza actualmente el Ministerio de Salud (5)

Resulta que hace un tiempo se viene ejerciendo desde el oficialismo una campaña para desmerecer a aquellos que proponen un cambio de rumbo para la Argentina. Algunos le llaman “campaña del miedo”, pero yo prefiero llamarle, limpia y llanamente, terrorismo, ya que pretende causar terror colectivo para perpetuarse en el poder, utilizando para ello la calumnia y demás inmoralidades.

Lo peor de todo es que, entre las calumnias, hay “medias verdades” esgrimidas contra la alianza Cambiemos, que resultan ser buenas, pero son consideradas por los apátridas como contrarias a la “causa nacional y popular”. Me explico: Acusan a Mauricio Macri de querer volver a las políticas de los 90’, basándose en declaraciones aisladas del líder de Cambiemos y otros funcionarios afines a él, advirtiendo que, en caso de que sea presidente, se van a terminar las asignaciones universales, el Pro.Cre.Ar y demás logros del gobierno actual. Cualquiera que tenga un poco de criterio puede darse cuenta de que se tratan de acusaciones sin ningún fundamento, o sea, de mentiras. Por otro lado acusan al bloque opositor de haber resistido al “matrimonio homosexual”, el aborto y demás perversiones, como si se trataran de logros, cuando en realidad son la espada que atravesó el Corazón Inmaculado de María Santísima al ver a su Hijo humillado, escupido, con su carne desgarrada y sus manos y pies taladrados por los que cometieron ese deicidio, que se sigue ejecutando aún hoy en la cotidianeidad de nuestras vidas inclinadas al pecado, pero sobre todo, en los que son partícipes de estos pecados colectivos que claman al cielo.

Respecto a las calumnias lanzadas contra Cambiemos, no hay mucho que decir. Son conjeturas del oficialismo que tienen, como único sustento, frases descontextualizadas de Macri o algún otro funcionario afín a él. Decir que Cambiemos es volver a los 90’ y tener a candidatos que fueron funcionarios en esa época, es incoherente. Lo mismo podemos decir de la supuesta privatización de la Petrolera YPF que el bloque Cambiemos haría. ¿Acaso no fueron los que hoy están en el oficialismo los que apoyaron su privatización en los 90’? ¿Haber estafado a Repsol fue una medida a favor de los intereses de la Nación o una forma más de demostrar una “omnipotencia política”, típica de los gobiernos dictatoriales populistas?

Las medias verdades a las que me referí más arriba, las cuales eran buenas en sí mismas, tienen estas características porque, por un lado, no fue unánime la oposición del partido Propuesta Republicana al “matrimonio homosexual” y demás medidas contrarias a la moral que impuso el oficialismo y, por el otro; oponerse a esas barbaridades hubieran sido virtudes, no males de los cuales acusar a los personajes de Cambiemos.

El Cardenal Bergoglio salió a defender en 2009 el matrimonio y a la familia, frente al avasallamiento de la justicia, que permitió que dos hombres se “casen”. El líder del PRO fue quien no apeló esa medida y, paradójicamente, Scioli era el “defensor” del matrimonio (6). Recientemente, Mauricio Macri dijo que estaba a favor de la vida (7), por lo que estarían las puertas cerradas al aborto si fuera presidente, pero resulta que, entre sus filas, hay abortistas declarados (8).

Hoy la publicidad oficialista “acusa” a Cambiemos de haber votado en contra del “matrimonio homosexual”, pero resulta que Scioli también está en contra (6), entonces ¿cómo es la cosa?
No hace falta ser licenciado en ciencias políticas, sociología o alguna especialidad de grado para colegir que hay dos caminos disponibles que no van a tener en su agenda la divisa del Santo Fundador de la Compañía de Jesús, Ad maiorem Dei gloriam, que todo cristiano debería defender y exigir de sus gobernantes; pero sí estoy seguro que, aunque sea para acabar con la dinastía kirchnerista, que tanto daño está haciendo a la República, es menos malo optar por el “cambio”.

Quiero aclarar que, bajo ningún punto de vista estoy pretendiendo apoyar a la alianza Cambiemos, simplemente estoy diciendo que, visto que el enemigo más fuerte no es el cambio, sino la continuidad, queda la opción de apoyar el cambio o abstenerse. Cada uno podrá examinar su conciencia respecto a qué tan legítimo es apoyar al cambio. Personalmente creo que la abstención, mediante el voto nulo, es la opción correcta, como lo dije en un artículo anterior (9). De lo que sí estoy seguro, y no por ser un erudito en materia moral, sino por simple sentido común; es que apoyar al kirchnerismo, es ir en contra de Cristo (Mateo 12:30).

Alguien podrá, legítimamente, preguntarme: ¿Entonces estamos perdidos? ¿El futuro de nuestra Argentina es el libertinaje, la inmodestia en el vestir, la sodomía, la fornicación, el concubinato, el aborto, el adulterio, la drogadicción, el crimen y una larga lista de etcéteras, que hacen que la esperanza en un país cristiano sea sólo una linda idea?

Si seguimos como vamos, seguramente será imposible mejorar algún aspecto de los mencionados arriba. Con el “cambio” capaz algunos de los que antes se oponían al “matrimonio homosexual” y ahora se arrepintieron, puedan volver sus pasos sobre senda del error y encaminarse nuevamente a la Verdad. Es posible que el aborto no tenga lugar en nuestro país, al menos durante cuatro años. Quizá haya un acercamiento más amistoso a la Iglesia y podamos trabajar Iglesia-estado de la mano para un futuro mejor. Con todo, no hay que ser ingenuos, tampoco propongo un pesimismo enfermo o el colmo de la pusilanimidad; pero sí es importante poner los pies sobre la tierra, armarse de valor y mantener la Esperanza. No hablo de una esperanza mundana, que puede ser el sinónimo de la estupidez, sino de la Esperanza como virtud, que todos los hijos de Dios tenemos.

Tenemos que confiar en las promesas de Cristo y tener en cuenta que no somos del mundo aunque estemos en él (Juan 15:19). No podemos esperar la plena perfección en este valle de lágrimas, pero si debemos tener nuestra Esperanza puesta en que, buscando el Reino de Dios y su perfecta Justicia, todo lo demás se nos dará por añadidura (Mateo 6:33). San Pablo nos habla en el capítulo 6 de su Primera Carta a Timoteo, exhortándonos a pelear el buen combate de la Fe (v. 12).

Busquemos el Reino de Dios, practiquemos las Bienaventuranzas y seamos testigos de Aquél que murió en una cruz, cargando el peso de todos nuestros pecados para redimir al género humano. Dejemos que María Santísima limpie las inmundicias de nuestros corazones, como lo hizo en la Gruta de Belén, para que el Mesías nazca cada día en nosotros. Recemos el Santo Rosario y ofrezcámoslo en reparación por todos los pecados que cometemos como nación y por los propios. Defendamos la Verdad en nuestros trabajos, en nuestras familias, con nuestros amigos y en toda ocasión que se nos presente.

Las minorías inventan derechos de la nada por la constancia que ponen en sus planes demoníacos, como es el “matrimonio homosexual”. Cuánto más podríamos hacer nosotros si pusiéramos nuestras fuerzas en defender la Verdad, para el bien de nuestra Patria, de nuestras familias, pero, sobre todo, para mayor gloria de Dios.

El Señor los bendiga y María Santísima los guarde.

Gustavo Arias.

(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Humberto_Viola
(2) http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=6783
(3) http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/165000-169999/169608/norma.htm
(4) https://www.aciprensa.com/noticias/cambios-en-codigo-civil-permitirsa-a-padres-elegir-nombre-opuesto-a-sexo/
(5) http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/tocoginecologia/files/2014/09/Gu%C3%ADa-para-la-atenci%C3%B3n-integral-de-mujeres-que-cursan-un-aborto.pdf
(6) http://www.lanacion.com.ar/1203695-bergoglio-macri-falto-gravemente-a-su-deber-de-gobernante
(7) http://www.lanacion.com.ar/1741452-mauricio-macri-no-crei-nunca-en-el-modelo-no-me-hace-falta-gritar
(8) http://www.lauraalonso.org/2010/03/mi-posicion-sobre-la-legalizacion-del.html
(9) http://frente-catolico.blogspot.com.ar/2015/10/y-ahora-que.html

miércoles, 28 de octubre de 2015

Y ahora... ¿Que?

El pasado domingo 25 de Octubre la Argentina vivió una jornada electoral fuertemente marcada por la incertidumbre y el miedo. Incertidumbre de quienes apoyaron durante los últimos doce años el proyecto cubanizante de la Argentina, al ver un panorama muy difícil para la  continuidad en el gobierno del oficialismo; y el miedo de quienes se encuentran en las antípodas de la demagogia populista, que ven en las masas de electores al monstruo apátrida del  54%, presto a dar el tiro de gracia a la mortecina Argentina. Tanto de un lado como del otro, las expectativas no eran muy alentadoras, gracias a la desinformación de los medios y las encuestadoras.

Finalmente se despejó un poco el panorama y ahora podemos ver más claramente el ocaso de una etapa nefasta para la Patria, sin embargo nada está dicho aún, ya que el oportunismo, el clientelismo y demás condicionamientos a los que se somete gran parte del electorado, hacen posible que, aún después de haber podido vivir un clima de aparente deseo de cambio, caigamos nuevamente en manos del poder reinante.

Habiendo hecho esta introducción, quisiera reflexionar un poco sobre el futuro no tan lejano de nuestro país:

Un balotaje implica, como todos saben, elegir entre dos caminos. En la actualidad tenemos el camino de los muy conocidos herederos de la subversión terrorista de los 60’s y 70’s, y el del nuevo y muy “plural” e “inclusivo” liberalismo. Si bien son caminos diferentes, persiguen fines muy parecidos, sobre todo en lo que respecta a cuestiones morales, que hacen inadmisible para un católico tomar partido por uno o el otro.

Como decíamos más arriba, es posible que el próximo 22 de noviembre la Argentina viva un cambio que, al menos en cuestiones sociales, signifique un respiro para todos (al menos para todos los que no deseamos seguir viviendo la confrontación entre hermanos). Es posible también que un eventual nuevo gobierno rescate al campo y a otros tantos sectores olvidados e incluso despreciados por la actual conducción. Las instituciones pueden reverdecer, luego de tantos años de haber sido sistemáticamente destruidas; particularmente las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales que tuvieron que sufrir el desprestigio y la humillación de parte de aquellos que, derrotados en los 70’s, vienen vomitando el odio y utilizando todos los medios a su alcance para vengarse de los uniformados, como ocurre con muchos ancianos encerrados en cárceles comunes, que mueren por falta de atención médica o por las vejaciones que reciben.

Ojalá este cambio se dé y el nuevo gobierno pueda aplacar un poco el tormentoso clima que la neo-lucha de clases instaló. Pero después de recuperar al campo, devolver el prestigio a las instituciones, estabilizar un poco la economía, dejar de gastar las reservas para mantener entretenidos a los más desfavorecidos y así callarles la boca, y todos los logros que son posibles, borrando del mapa a los actuales dirigentes; ¿qué pasará?

¿Realmente podemos confiar en que el “matrimonio igualitario” va a quedar sepultado en un triste recuerdo, cuando fueron sus promotores los mismos que hoy proponen un cambio? ¿Podemos tener esperanzas en que los que no pueden permitirse pagar un colegio decente a sus hijos, tengan plena confianza en que en las escuelas públicas no les van a enseñar a sus hijos a masturbarse, a utilizar métodos anticonceptivos e incentivarlos a la fornicación, cuando los que hoy proponen un cambio son los que crearon el programa “Chau Tabú”? ¿Estarán protegidos los niños huérfanos, que esperan que una familia los adopte, del capricho de los promotores de la contranatura, amparada hoy por muchos personajes del “cambio”? ¿Dejarán de morir niños asesinados por sus propias madres y por personas que juraron salvar vidas? ¿Se terminará el INADI, la CHA, LGBT y demás organizaciones que atentan contra la Santa Madre Iglesia y sus fieles? ¿Se respetará el derecho a la objeción de conciencia de un juez que no quiere declarar marido y mujer a dos sodomitas, o de un médico que no quiere asesinar inocentes?

Muchas veces es legítimo para un católico elegir el mal menor, pero cuando no tiene opción. Hoy tenemos la opción de no elegir, anulando nuestro voto, por ejemplo. No estaríamos faltando a nuestro deber cívico y, sobre todo, no estaríamos siendo cómplices de los enemigos de Dios y la Iglesia.

Los crímenes y demás pecados que hoy cometemos como Nación, no tienen precedente en la historia de nuestra Patria. Es necesario orar mucho, hermanos. Hay que reparar con ayunos, mortificaciones, desagravios y todo lo que esté a nuestro alcance.

Independientemente de quiénes sean los próximos conductores de nuestra amada Argentina, los esfuerzos para salvarla del paganismo total dependen de nosotros, los hijos de Dios que, aunque pecadores, fuimos rescatados de las ataduras de la muerte y llamados a iluminar con la Luz perenne de Cristo todos los rincones del mundo.

El Inmaculado Corazón de María nos inspire para obrar con rectitud y su poderosa intercesión cure todas las heridas abiertas de nuestra Patria, empezando por acoger el Amor misericordioso de Jesucristo.

ORACION POR LA PATRIA

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.

Dios los bendiga.

Gustavo Arias.

martes, 3 de marzo de 2015

Los Católicos Argentinos y la Política

“Panem et circenses” puede resumir los últimos 70 años de peronismo que, entre golpes de estado, terrorismo subversivo, cortos períodos de radicalismo y alianzas vergonzosas entre distintas facciones políticas, se ha perpetuado en el poder.

Con algunas variantes ideológicas y líderes más o menos carismáticos, el pan y el circo fue siempre la línea que siguieron los justicialistas. La “década ganada” no podía ser menos y, dando planes sociales, Pro-Cre-Ar, asignaciones universales y demás beneficios a las clases baja y media-baja, ha completado la primera parte de esa alocución latina. La segunda fue coronada, entre otras cosas, con el Fútbol Para Todos.

Nadie podría discutir que muchos planes sociales son necesarios para “salir de apuro”, pero de ahí a hacer pasar a los subsidiados como personas con trabajo en blanco para reducir al mínimo posible las estadísticas de desocupación, y que encima los beneficiados por dichos planes se dejen utilizar como marionetas, es algo muy distinto. El Pro-Cre-Ar dio a muchísimas personas la posibilidad de adquirir una casa propia, pero que un cristiano, por haber accedido a este programa, diga “yo estoy de acuerdo con este gobierno” y defienda la sucesión ininterrumpida de inmoralidades que se  sobrevienen desde hace años, habla de que estamos ante personas de una mezquindad moral monstruosa, en el mejor de los casos. No importa que desde el Estado se cometan las peores aberraciones y se atente sistemáticamente contra la moral; mientras el 54% tenga sus pesitos depositados todos los meses, pueda adquirir una casa o mirar fútbol sin pagar un codificador, el peronismo va a seguir siendo el régimen imperante en nuestra desangrada Argentina.

Con lo dicho podemos cerrar este artículo, porque basta y sobra para dar las razones por las cuales un cristiano no debería estar en las filas del peronismo, pero, como la tibieza encuentra siembre razones para justificar el vicio, vamos a exponer lo más grave, aquello que solamente personas sin siquiera sentido de la moral pueden justificar para identificarse con el gobierno actual.

Cuando el fiscal Alberto Nisman murió de manera misteriosa, un día antes de exponer una denuncia en la que se veían comprometidos funcionarios del gobierno y afines, muchos kirchneristas dijeron: Bueno, si se comprueba que el gobierno tuvo algo que ver con la muerte del fiscal, vamos a tener que ir apartándonos de sus filas porque estamos hablando de un gobierno mafioso. Yo le pregunto a esta gente: ¿Acaso el crimen de un fiscal es lo más grave que hizo (en caso que lo haya hecho) este gobierno? No seamos hipócritas. La cantidad de muertes en manos de delincuentes que hay en este país, con el silencio cómplice del discurso oficialista, viene ensuciando al gobierno y sus simpatizantes hace muchísimo tiempo. Aún así, los más laxos podrían seguir justificándose, porque lo que presentamos hasta ahora, si bien es gravísimo, no abarca todo el arco de inmoralidades que existen.

Desde el gobierno de Perón, con la legalización de prostíbulos, el impulso de leyes de divorcio, la quema de iglesias, el fomento de organizaciones subversivas de izquierda y derecha, etc., hasta la actualidad, en que se escucha a funcionarios kirchneristas jactándose de la distribución de preservativos, el mal llamado “matrimonio gay”, el sistema educativo que adoctrina a los niños y jóvenes en el materialismo ateo y el aborto que ya se practica en hospitales públicos; sobran razones para que un católico no solamente no adhiera a este gobierno, sino que ponga todos los recursos que estén a su alcance para librar el Buen Combate contra los enemigos de Cristo que, desde la Casa Rosada, el Congreso y demás edificios públicos, siguen atentando contra nuestra Santa Fe.

La economía es parte fundamental de la gestión de un gobierno. El mismo Papa Francisco habló en múltiples ocasiones sobre la necesidad de políticas más inclusivas, que den soluciones concretas a la pobreza y permitan a todos los ciudadanos acceder a una vida temporal digna, sin embargo nadie puede simpatizar con un gobierno solamente porque la economía funciona bien. Más aún, nadie puede decir que en este país hay auténtica inclusión porque sigue habiendo planes sociales, en vez de trabajo en blanco, siguen muriendo niños víctimas de la desnutrición y podríamos seguir la lista de falencias que este gobierno tiene en materia de inclusión y desarrollo económico, pero como se viene entendiendo a lo largo de este artículo, no es esta área de la política la que más nos compromete como nación.

El cielo no se gana con billetes, sino haciendo la Voluntad de Dios y, el peronismo, sobre todo en los últimos 10 años, mancilló cada uno de los Mandamientos de la Ley de Dios. No debería sorprendernos, al tener en las más altas esferas del gobierno a enemigos declarados de la Iglesia: feministas, abortistas, homosexualistas, masones, marxistas y una larga lista de elementos que, amparados bajo la maquinaria del poder, siguen atentando contra la Patria y promoviendo abiertamente la lucha contra la Iglesia de Cristo.

Lo más sorprendente es que, sabiendo todo esto, exista gente que participa de la Santa Misa los domingos y, de lunes a sábado apoye a los enemigos de Cristo. Otros no apoyan al kirchnerismo, pero sí a alternativas que, aunque prometen mayor rigurosidad contra los delincuentes, siguen apoyando la contranatura, el desarrollo de lobbies y demás batallas que no tienen otro fin que vaciar a nuestra Argentina de su identidad católica e hispana. Pareciera que la opción por “ninguno” les resulta anti-democrática, entonces adhieren al “menos malo”. ¿Es legítimo esto?

La democracia es muy valorada por el magisterio de la Iglesia, pero la Doctrina Social nos enseña que, tanto la democracia, como la monarquía o cualquier otro sistema, siempre que sea justo, es legítimo. Nadie “falla a la democracia” por no adherir a partido alguno. Y aunque lo hiciera, hay valores muchísimos más importantes que deben tutelarse antes que la democracia. Es como que un padre, por no dejar que su hijo se aburra, lo deje jugar con las serpientes. Todavía más: nadie peca por no ser democrático y mucho menos cuando, tomando esta postura, trata de ser fiel a Cristo.

En Lucas 11:23, el mismísimo Cristo nos dice que el que no está con Él, está contra Él y el que no recoge con Él, desparrama. Parece una perogrullada, pero hay que decirla para aclarar un poco el panorama de algunos hermanos: EL QUE ESTÁ CON ESTE GOBIERNO, ESTÁ CONTRA CRISTO.

Lejos de querer apuntar con el dedo a nuestros hermanos, quise con este artículo cumplir con la corrección fraterna. Todos somos pecadores y debemos luchar contra nuestras flaquezas, pero, nombrando de nuevo al Papa Francisco: PECADORES, SI; CORRUPTOS, NO. El que es pecador por debilidad, es perdonado por el Señor todas las veces que se arrepienta, pero el que, sabiendo que está en el error, no se arrepiente y sigue en su conducta, convirtiéndose así en un corrupto, no puede ser alcanzado por la Divina Misericordia que no violenta la voluntad de las personas, a las cuales Dios creó libres.


Recemos, hermanos, por nuestra Patria y digamos junto a María: ¡ARGENTINA, CANTA Y CAMINA!

Gustavo Arias.

martes, 6 de mayo de 2014

Aborto - Un Caso Para Reflexionar

El aborto en Argentina está penado en el artículo 86 del C.P. Aunque en el mismo Código, en los incisos 1° y 2° del artículo antes citado existen justificativos para este crimen, no fue hasta el año 2012, por disposición de la Suprema Corte de Justicia, que se permite practicar un aborto en casos de violación, a cualquier mujer, cualquiera sea su condición o el riesgo que corre. En síntesis, lo que la Corte Suprema de Justicia hizo fue despenalizar el aborto de facto.

Para entender cómo es que la Corte Suprema llegó a este grado de irracionalidad, tenemos que revisar un poco el “currículum” de la actual ministra de dicha corte. Se trata de Carmen María Argibay, militante atea y feminista, que está a favor de la despenalización del aborto por considerarlo un “derecho” de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Fue presa política durante el Proceso de Reorganización Nacional e integra la Corte desde el 3 de Febrero del año 2005.

Desde la reforma de la Constitución del año 1994, el Pacto de San José de Costa Rica, que entre otras cosas, declara inviolable el derecho a la vida del no nacido, tiene jerarquía constitucional. La “década ganada” en nuestro país instrumentalizó esta Convención de DDHH para vengarse de sus antiguos enemigos y así encarcelar a militares ancianos en cárceles comunes (violando el Pacto), dejar en libertad a personas que instauraron el terror en las décadas del 60 y 70, darles cargos públicos importantísimos, destruir totalmente a las FF.AA., FF.SS y FF.PP, y un sinfín de singularidades que sólo pueden tener lugar en un régimen criminal.

Entre los beneficiados de estas disposiciones, está la señora Argibay. Como cualquier persona con un poco de sentido común puede pensar, la tortura llevada a cabo por algunos miembros de las Fuerzas en época del Proceso, es inadmisible, por más criminal que sea el torturado. Obviamente, esto se aplica aún con mayor peso para el inocente. ¿A esta señora le importan realmente los DD.HH, siendo que por un lado execra las torturas a terroristas, pero por el otro considera asesinar a un bebé un derecho?

Hace pocos días, invadió los medios la noticia de una adolescente de 13 años, abusada sexualmente por un degenerado, que quedó embarazada. En un hospital público se negaron a practicarle el aborto, pero días después se lo practicaron en una clínica privada. El niño que había sido concebido en el vientre de esta chica tenía ya seis meses. Un mes y medio atrás de esta noticia, en nuestro país, nacía un bebé seismesino. Y casos de niños nacidos antes, abundan.

Muchos criminales que apoyan la práctica del aborto, aducen que el bebé en el vientre de su madre, aún no es persona. ¿Realmente puede existir un convencimiento pleno de esta afirmación, que atenúe la criminalidad de esta gente, o tenemos que pensar que se trata de verdaderos genocidas? Yo me inclino por la segunda opción. Es inaudito pensar que los miles de militantes feministas, que buscan la implementación del aborto, utilizando todas las herramientas jurídicas a su alcance, presión política y otras estrategias; sean tan imbéciles como para no saber que un bebé de seis meses es una persona.

Algunos “representantes del pueblo”, hace muy poco, salieron a festejar el bautismo de la hija de una mujer unida civilmente con otra. Fue realmente una fiesta que tuvo repercusión internacional y hasta contó con la participación de la "Señora del 54%". Lo que tendría que haber sido un bautismo normal, de una niña que no tiene la culpa de la inmoralidad de los mayores, ocupó muchas páginas de periódicos y estuvo en boca de muchas personalidades importantes.

Hasta hoy, absolutamente nadie salió a opinar sobre el asesinato de este bebé. Ni siquiera un minuto de silencio en el ámbito público. Ni una muestra de sensibilidad, aunque sea hipócrita, de quienes supuestamente tienen que tutelar la integridad de las personas.

¿Qué método habrán utilizado en esa clínica para extraer del vientre de la adolescente a ese bebé? Como comentaba arriba, hay bebés que nacen seismesinos, por lo tanto ya tenía todo el sistema nervioso desarrollado. ¿Qué hicieron cuando vio la luz para matarlo? ¿En qué mente podrida puede caber la posibilidad de desmembrar a una criatura inocente? Nadie se lo pregunta. Solamente se puede ver a las feministas desnudas en las calles, celebrando un logro más y a uno que otro periodista emitiendo opiniones baladíes sobre si está bien o mal lo que hicieron estos malditos. ¿Qué van a hacer con la adolescente que tiene el trauma de haber sido violada y ahora se le agregó otro peor? ¿Van a salir a decir que era peor que diera a luz a su hijo y darlo en adopción, que asesinarlo?

En el siglo pasado se justificaban matanzas en masa, culpando a grupos minoritarios de las desgracias de una población. Hoy se justifica la matanza de bebés, seres totalmente indefensos, adjudicándoles todos los males sufridos por sus madres. ¿No nos alcanzaron las masacres que llevaron a cabo tantas dictaduras, que justificaban el genocidio, para aprender que el valor de la vida humana no tiene por encima ningún otro derecho? Y mucho menos cuando se trata de la vida de un inocente.

Recemos, hermanos, por esos niños asesinados, sin oportunidad siquiera de un bautismo. Que la Misericordia de Dios los acoja en su Reino. También pidamos por los promotores de esta cultura de la muerte, para que el Señor pueda tocar sus corazones, se arrepientan y puedan salvar sus almas.

Que Dios los bendiga.

Gustavo Arias.

lunes, 24 de febrero de 2014

La ONU Contra la Iglesia


La Organización de Naciones Unidas realizó recientemente un informe donde vomita todo el odio visceral que guarda hacia la Santa Religión. Resulta que se acusa al Vaticano de “violar los derechos de la infancia”
al no entregar a los pedófilos a las autoridades civiles.

No nos vamos a centrar en el documento, pero es importante remarcar que, además de la acusación, exigen que la Iglesia cambie su posición respecto a la homosexualidad y que apruebe el aborto en casos de menores de edad, entre otras cosas. Es raro que por un lado digan que quieren proteger a los menores, pero por el otro exijan que se los asesine o se los entregue a una pareja de sodomitas.

El embajador de Ginebra, Monseñor Silvano Tomasi, respondió a las acusaciones diciendo que “el informe era distorsionado, injusto, tendencioso y que respondía a una ideologización detrás de la cual estaban grupos defensores de los derechos homosexuales”. Es sustancial comprender las palabras del Monseñor Tomasi, ya que resumen perfectamente la cochambre ideológica que impulsa la ONU.

Entre los objetivos que se propone esta organización, están:

* Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

* Promover la igualdad entre los “géneros” y la autonomía de la mujer.

* Reducir la mortalidad infantil.

* Mejorar la salud materna.

Podemos nombrar otros, pero creo que con estos nos alcanza para divisar de lejos la paradoja que existenentre sus objetivos y su accionar.

Losngrupos de presión homosexual y feministas inventan derechos ilegítimos. Pongamos como ejemplo el “matrimonio” igualitario que recientemente se aprobó en nuestro país (Argentina) con la aclamación de la presidente y todos sus secuaces oficialistas y opositores:

La palabra matrimonio proviene del latín “matris” (madre o matriz) y “munium” (cuidado); unidas ambas significa “cuidado de la madre o la matriz”. El concepto surge de la tradición judeo-cristiana, donde bien se sabe que el padre provee el sustento económico a su familia y la madre cumple el rol insustituible de sustentar a la familia en el plano espiritual, enseñando a sus hijos la recta doctrina, y en el educativo. Resumiendo, el matrimonio debe garantizar la protección de la mujer para que pueda llevar adelante su tarea de madre que es, sin lugar a dudas, el rol más honorífico que un ser humano puede tener y el cual muchos hombres desearían ocupar. Por lo tanto, lejos de “atentar” contra la mujer, el matrimonio fue instituido por Dios para protegerla y darle ese lugar único en la familia, como lo hizo con la Santísima Virgen María.

Cuando la legislación nacional tenía un poco de sentido común, los homosexuales tenían el mismo derecho que los heterosexuales de contraer matrimonio. Si de repente un hombre homosexual decidía casarse con una mujer, podía hacerlo tranquilamente. Es falso que se les “truncaba un derecho fundamental”. Lo que hizo la nueva legislación es inventar un derecho de la nada. Aunque se le quiera llamar matrimonio, sabemos que no lo es por lo que vimos arriba; se contradice con el concepto porque los elementos que lo componen son cosmológica y teológicamente incompatibles.

¿Y pretenden darle la misma dignidad a la mujer, permitiendo que un hombre sexualmente desviado decida pertenecer al sexo femenino y sea considerado como tal? ¿Se puede mejorar la salud materna desconociendo la esencia del concepto de maternidad? ¿Acaso a alguien se le puede cruzar por la cabeza asesinar cobardemente a un bebé en el vientre de su propia madre y jactarse de enarbolar la lucha contra la mortalidad infantil?

La praxis marxista y liberal atenta abiertamente contra la Iglesia. Sabemos muy bien que las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella, pero igualmente debemos defenderla ante el avasallamiento del Príncipe del Mundo que hoy mora en la ONU, pero también en nuestros gobernantes y en todos los depravados que, mediante el sufragio, los ponen en el poder, dando lugar a las políticas que están destruyendo hasta los últimos vestigios que todavía quedan vivos de la Cristiandad.

Les ruego que entre sus plegarias pidan al Todopoderoso que, aunque todo esto tenga que ocurrir, nos de las fuerzas para mantenernos firmes en la lucha, sobre todo espiritual, para no ceder ante el mal que hoy azota con tanto ímpetu contra la Barca de Pedro. Igualmente supliquemos que nos de cada día más Fe, Esperanza y Caridad, ya que son las virtudes que nos van a proveer las armas para dar lucha con eficacia y esperar el Juicio Final en auténtica paz. Creo que un acto grandísimo de amor sería también orar por la conversión de quienes llevan adelante estas ideologías.

Les dejo un video donde el Monseñor Héctor Aguer (Arzobispo de La Plata, Argentina) explica de manera clara y breve el problema de la ONU y las políticas que impulsa.

http://www.youtube.com/watch?v=dMxwwpLtkCQ
                                                                                                                                       Gustavo Arias.

Este artículo fué posteado con anterioridad. Debido a dificultades con el video que en el mismo se incluye, tuvo que ser nuevamente publicado.

martes, 22 de enero de 2013

La Ideología de Género - Sus Peligros y Alcances (y4)

Ataque a la Religión

Si bien las "feministas de género" promueven la "desconstrucción" de la familia, la educación y la cultura como panacea para todos los problemas, ponen especial énfasis en la "desconstrucción" de la religión que, según dicen, es la causa principal de la opresión de la mujer.

Numerosas ONG acreditadas ante la ONU, se han empeñado en criticar a quienes ellos denominan "fundamentalistas" (Cristianos Católicos, Evangélicos y Ortodoxos, Judíos y Musulmanes, o cualquier persona que rehúse ajustar las doctrinas de su religión a la agenda del "feminismo de género"). Un video promotor del Foro de las ONG en la Conferencia de Pekín, producido por Judith Lasch, señala:

"Nada ha hecho más por constreñir a la mujer que los credos y las enseñanzas religiosas".

De la misma manera, el informe de la Reunión de Estrategias Globales para la Mujer contiene numerosas referencias al fundamentalismo y a la necesidad de contrarrestar sus supuestos ataques a los derechos de la mujer.

"Toda forma de fundamentalismo, sea político, religioso o cultural, excluye a la mujer de normas de derechos humanos de aceptación internacional, y la convierten en blanco de violencia extrema. La eliminación de estas prácticas es preocupación de la comunidad internacional".

De otro lado, el informe de la reunión preparatoria a la Conferencia de Pekín organizada por el Consejo Europeo en febrero de 1995, incluye numerosos ataques a la religión:

"El surgimiento de toda forma de fundamentalismo religioso se considera como una especial amenaza al disfrute por parte de la mujer de sus derechos humanos y a su plena participación en la toma de decisiones a todo nivel en la sociedad" [27].

"Debe capacitarse a las mujeres mismas, y dárseles la oportunidad de determinar lo que sus culturas, religiones y costumbres significan para ellas." [28]

Vale señalar que para el "feminismo de género", la religión es un invento humano y las religiones principales fueron inventadas por hombres para oprimir a las mujeres. Por ello, las feministas radicales postulan la re-imagen de Dios como Sophia: Sabiduría femenina. En ese sentido, las "teólogas del feminismo de género" proponen descubrir y adorar no a Dios, sino a la Diosa. Por ejemplo, Carol Christ, autodenominada "teóloga feminista de género" afirma lo siguiente:

"Una mujer que se haga eco de la afirmación dramática de Ntosake Shange: Encontré a Dios en mí misma y la amé ferozmente está diciendo: El poder femenino es fuerte y creativo. Está diciendo que el principio divino, el poder salvador y sustentador, está en ella misma y que ya no verá al hombre o a la figura masculina como salvador" [29].

Igual de extrañas son las palabras de Elisabeth Schussler Fiorenza, otra "teóloga feminista de género" que niega de raíz la posibilidad de la Revelación, tal como se lee en la siguiente cita:

"Los textos bíblicos no son revelación de inspiración verbal ni principios doctrinales, sino formulaciones históricas. Análogamente, la teoría feminista insiste en que todos los textos son producto de una cultura e historia patriarcal androcéntrica." [30].


Además, Joanne Carlson Brown y Carole R. Bohn, también autodenominadas teólogas de la "escuela feminista de género", atacan directamente al cristianismo como propulsor del abuso infantil:

"El cristianismo es una teología abusiva que glorifica el sufrimiento. ¿Cabe asombrarse de que haya mucho abuso en la sociedad moderna, cuando la imagen teológica dominante de la cultura es el abuso divino del hijo - Dios Padre que exige y efectúa el sufrimiento y la muerte de su propio hijo? Si el cristianismo ha de ser liberador del oprimido, debe primero liberarse de esta teología" [31].

Por todo ello, los dueños de la "nueva perspectiva" promueven el ataque frontal al cristianismo y a toda figura que lo represente. En 1994, Rhonde Copelon y Berta Esperanza Hernández elaboraron un folleto para una serie de sesiones de trabajo de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo del Cairo. El folleto atacaba directamente al Vaticano por oponerse a su agenda que entre otras cosas incluye los "derechos a la salud reproductiva" y por consecuencia al aborto.

"Este reclamo de derechos humanos elementales confronta con la oposición de todo tipo de fundamentalistas religiosos, con el Vaticano como líder en la organización de oposición religiosa a la salud y a los derechos reproductivos, incluyendo hasta los servicios de planificación familiar" [32].

Contrastantes con todas estas posturas de ataque y agresión a la religión, a la Iglesia, concretamente al Vaticano, son las posturas de la mayoría de mujeres del mundo que según el informe de OLeary defienden sus tradiciones religiosas como la mejor de las protecciones de los derechos y la dignidad de la mujer. Mujeres católicas, evangélicas, ortodoxas y judías
agradecen en particular, las enseñanzas de sus credos sobre el matrimonio, la familia, la sexualidad, y el respeto por la vida humana.

La Santa Sede por su parte, señaló en los meses previos a Pekín, el peligro de la tendencia en el texto planteado por la ONU, a dejar de lado el derecho de las mujeres a la libertad de conciencia y de religión en las instituciones educativas.


CONCLUSIÓN

En palabras de Dale OLeary, el "feminismo de género" es un sistema cerrado contra el cual no hay forma de argumentar. No puede apelarse a la naturaleza, ni a la razón, la experiencia, o las opiniones y deseos de mujeres verdaderas, porque según las "feministas de género" todo esto es "socialmente construido". No importa cuánta evidencia se acumule contra sus ideas; ellas continuarán insistiendo en que es simplemente prueba adicional de la conspiración patriarcal masiva en contra de la mujer.

Sin embargo, existen muchas personas que quizás por falta de información, aún no están al tanto de la nueva propuesta y de los peligrosos alcances de la misma. Vale la pena pues, conocer esta "perspectiva de género" que, según informaciones fidedignas, en la actualidad no sólo está tomando fuerza en los países desarrollados sino que al parecer, también ha empezado a filtrarse en nuestro medio. Basta revisar algunos materiales educativos difundidos no sólo en los colegios del país sino también en prestigiosas universidades.

Ahora bien, en Estados Unidos el "feminismo de género" ha logrado ubicarse en el centro de la corriente cultural norteamericana. Prestigiosas universidades y Colleges de los Estados Unidos difunden abiertamente esta perspectiva. Además, numerosas series televisivas norteamericanas hacen su parte difundiendo el siguiente mensaje: la identidad sexual puede "desconstruirse" y la masculinidad y femineidad no son más que "roles de géneros construidos socialmente".

Si tomamos en cuenta que el avance de las tecnologías ha logrado que dichos programas con toda la nueva "perspectiva de género" lleguen diariamente a los países en vías de desarrollo principalmente a través de la televisión por cable, sin descartar los muchos otros medios que existen en nuestro tiempo, esto nos pone ante un nuevo reto que debe ser enfrentado lo antes posible para evitar las graves consecuencias que ya está ocasionando en el Primer Mundo.

Más aún cuando en palabras de OLeary, la "desconstrucción" de la familia y el ataque a la religión, la tradición y los valores culturales que las "feministas  de género" promueven en los países en desarrollo, afecta al mundo entero.


Notas

[1] Judith Butler, Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity, Routledge, New York, 1990, p. 6.

[2] Véase el trabajo de Cristina Delgado, Reporte sobre la Conferencia Regional de Mar de Plata, Argentina, en el que recoge diversas citas de "feministas de género".

[3] Allí mismo.

[4] Adrienne Rich, "Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence", Blood, Bread and Poetry, p. 27.

[5] Allí mismo, p. 70.

[6] Lucy Gilber y Paula Wesbster, "The Dangers of Feminity", Gender Differences: Sociology of Biology?, p. 41.

[7] Gender Outlaw, p. 115.

[8] Entrevista a Christina Hoff Sommers en Faith and Freedom, 1994, p. 2.

[9] Frederick Engels, The Origin of the Family, Property and the State, International Publishers, New York, 1972, pp. 65-66.

[10] Shulamith Firestone, The Dialectic of Sex, Bantam Books, New York, 1970, p. 12.

[11] Allí mismo, p. 10.

[12] Ann Ferguson & Nancy Folbre, "The Unhappy Marriage of Patriarch and Capitalism", Women and Revolution, p. 80.

[13] Allí mismo.

[14] Heidi Harmann, "The Unhappy Marriage of Marxism and Feminism", Women and Revolution, South End Press, Boston, 1981, p. 5.

[15] Allí mismo, p. 16.

[16] Gender Outlaw, p. 115.

[17] Susan Moller Okin, "Change the Family, Change the World", Utne Reader, Marzo/Abril, 1990, p. 75.

[18] Council of Europe, "Equality and Democracy: Utopia or Challenge?", Palais delEurope, Strausbourg, Febrero 9-11, 1995, p. 38.

[19] Alison Jagger, "Political Philosophies of Womens Liberation", Feminism and Philosophy, Littlefield, Adams & Co., Totowa, New Jersey, 1977, p. 13.
[20] Allí mismo, p. 14.

[21] Christine Riddiough, "Socialism, Feminism and Gay/Lesbian Liberation",  Women and Revolution, p. 80.

[22] Christina Hoff Sommers, Who Stole Feminism?, Simon & Shuster, New York, 1994, p. 257.

[23] Nancy Chodorow, The Reproduction of Mothering, U. of CA Press, Berkeley, 1978, p. 215.

[24] Council of Europe, "Equality and Democracy: Utopia of Challenge?", Palais delEurope, Strausbourg, Febrero 9-11, 1995.

[25] Allí mismo, p. 25.

[26] "Gender Perspective in Family Planning Programs", Division for the Advancement of Women.

[27] Council of Europe, "Equality and Democracy: Utopia of Challenge?", Palais delEurope, Strausbourg, Febrero 9-11, 1995, p. 13.

[28] Allí mismo, p. 16.

[29] Carol Christ, Womanspirit Rising, p. 277.

[30] Elisabeth Schussler Fiorenza, In Memory of Her, Crossroad, New York, 1987, p. 15.

[31] Joanne Carlson Brown and Carole R. Bohn, Christianity, Patriarchy, and Abuse: A Feminist Critique, p. 26.

[32] Rondhe Copelon y Berta Esperanza Hernández, Sexual and Reproductive Rights and Health as Human Rights: Concepts and Strategies; An Introduction for Activitists, Human Rights Series, Cairo, 1994, p. 3.



Fuente: www.aciprensa.com

La Ideología de Género - Sus Peligros y Alcances (3)

Primer blanco, la Familia:

"El final de la familia biológica eliminará también la necesidad de la represión sexual. La homosexualidad masculina, el lesbianismo y las relaciones sexuales extramaritales ya no se verán en la forma liberal como opciones alternas, fuera del alcance de la regulación estatal& en vez de esto, hasta las categorías de homosexualidad y heterosexualidad serán abandonadas: la misma institución de las relaciones sexuales, en que hombre y mujer desempeñan un rol bien definido, desaparecerá. La humanidad podría revertir finalmente a su sexualidad polimorfamente perversa natural" [19].


Esta palabras de Alison Jagger, autora de diversos libros de texto utilizados en programas de estudios femeninos en Universidades norteamericanas, revelan claramente la hostilidad de las "feministas del género" frente a la familia.

"La igualdad feminista radical significa, no simplemente igualdad bajo la ley y ni siquiera igual satisfacción de necesidades básicas, sino más bien que las mujeres -al igual que los hombres no tengan que dar a luz& La destrucción de la familia biológica que Freud jamas visualizó, permitirá la emergencia de mujeres y hombres nuevos, diferentes de cuantos han existido anteriormente" [20].
Al parecer, la principal razón del rechazo feminista a la familia es que para ellas esta institución básica de la sociedad "crea y apoya el sistema de clases sexo/género". Así lo explica Christine Riddiough, colaboradora de la revista publicada por la institución internacional anti-vida Catholics for a Free Choice" ("Católicas por el derecho a elegir"):

"La familia nos da las primeras lecciones de ideología de clase dominante y también le imparte legitimidad a otras instituciones de la sociedad civil. Nuestras familias son las que nos enseñan primero la religión, a ser buenos ciudadanos& tan completa es la hegemonía de la clase dominante en la familia, que se nos enseña que ésta encarna el orden natural de las cosas. Se basa en particular en una relación entre el hombre y la mujer que reprime la sexualidad, especialmente la sexualidad de la mujer" [21].

Para quienes tienen una visión marxista de las diferencias de clases como causa de los problemas, apunta OLeary, diferente es siempre desigual y desigual siempre es opresor.

En este sentido, las "feministas de género" consideran que cuando la mujer cuida a sus hijos en el hogar y el esposo trabaja fuera de casa, las responsabilidades son diferentes y por tanto no igualitarias. Entonces ven esta desigualdad en el hogar como causa de desigualdad en la vida pública, ya que la mujer, cuyo interés primario es el hogar, no siempre tiene el tiempo y la energía para dedicarse a la vida pública. Por ello afirman:

"Pensamos que ninguna mujer debería tener esta opción. No debería autorizarse a ninguna mujer a quedarse en casa para cuidar a sus hijos. La sociedad debe ser totalmente diferente.
Las mujeres no deben tener esa opción, porque si esa opción existe, demasiadas mujeres decidirán por ella" [22].

Además, las "feministas de género" insisten en la desconstrucción de la familia no sólo porque según ellas esclaviza a la mujer, sino porque condiciona socialmente a los hijos para que acepten la familia, el matrimonio y la maternidad como algo natural. Al respecto, Nancy Chodorow afirma:

"Si nuestra meta es acabar con la división sexual del trabajo en la cual la mujer maternaliza, tenemos que entender en primer lugar los mecanismos que la reproducen. Mi recuento indica exactamente el punto en el que debe intervenirse. Cualquier estrategia para el cambio cuya meta abarque la liberación de las restricciones impuestas por una desigual organización social por géneros, debe tomar en cuenta la necesidad de una reorganización fundamental del cuidado de los hijos, para que sea compartido igualmente por hombres y mujeres" [23].

Queda claro que para los propulsores del "género" las responsabilidades de la mujer en la familia son supuestamente enemigas de la realización de la mujer. El entorno privado se considera como secundario y menos importante; la familia y el trabajo del hogar como "carga" que afecta negativamente los "proyectos profesionales" de la mujer.

Este ataque declarado contra la familia, sin embargo, contrasta notablemente con la Declaración Universal de los Derechos Humanos promulgada, como es sabido, por la ONU en 1948. En el artículo 16 de la misma, las Naciones Unidas defienden enfáticamente a la familia y al matrimonio:

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.

3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Sin embargo, los artífices de la nueva "perspectiva de género" presentes en la cumbre de la mujer pusieron al margen todas estas premisas y por el contrario apuntaron desde entonces la necesidad de "desconstruir" la familia, el matrimonio, la maternidad, y la feminidad misma para que el mundo pueda ser libre.

En cambio, los representantes de las principales naciones comprometidas con la defensa de la vida y los valores familiares que participaron en Pekín, alzaron su voz en contra de este tipo de propuestas, sobre todo al descubrir que el documento de la cumbre eliminaba arbitrariamente del vocabulario del programa las palabras "esposa", "marido", "madre", "padre". Ante tal hecho, Barbara Ledeen, Directora del Independent Women Forum, una organización de defensa de la mujer ampliamente reconocida en Estados Unidos, señaló:

"El documento está inspirado en teorías feministas ultra radicales, de viejo sello conflictivo, y representa un ataque directo a los valores de la familia, el matrimonio y la femineidad".

El Papa Juan Pablo II, por su parte, tiempo antes de la Conferencia de Pekín, ya había insistido en señalar la estrecha relación entre la mujer y la familia. Durante el encuentro que sostuvo con Gertrude Mongella, Secretaria General de la Conferencia de la Mujer, previo a la cumbre mundial, dijo:

"No hay respuesta a los temas sobre la mujer, que pueda pasar por alto la función de la mujer en la familia. Para respetar este orden natural, es necesario hacer frente a la concepción errada de que la función de la maternidad es opresiva para la mujer".

Lamentablemente, la propuesta del Consejo Europeo para la Plataforma de Acción de Pekín fue completamente ajena a las orientaciones del Santo Padre.

"Ya es hora de dejar en claro que los estereotipos de géneros son anticuados: los hombres ya no son únicamente los machos que sostienen la familia ni las mujeres sólo esposas y madres.
No debe subestimarse la influencia psicológica negativa de mostrar estereotipos femeninos" [24].


Ante esta postura, OLeary escribe en su informe que si bien es cierto que las mujeres no deben mostrarse únicamente como esposas y madres, muchas sí son esposas y madres, y por ello una imagen positiva de la mujer que se dedica sólo al trabajo del hogar no tiene nada de malo.

Sin embargo, la meta de la perspectiva del género no es representar auténticamente la vida de la mujer, sino una estereotipificación inversa según la cual las mujeres que "sólo" sean esposas y madres nunca aparezcan bajo un prisma favorable.


Salud y Derechos Sexuales Reproductivos

En la misma línea, las "feministas de género" incluyen como parte esencial de su agenda la promoción de la "libre elección" en asuntos de reproducción y de estilo de vida. Según OLeary, "libre elección de reproducción" es la expresión clave para referirse al aborto a solicitud; mientras que "estilo de vida" apunta a promover la homosexualidad, el lesbianismo y toda otra forma de sexualidad fuera del matrimonio. Así, por ejemplo, los representantes del Consejo Europeo en Pekín lanzaron la siguiente propuesta:

"Deben escucharse las voces de mujeres jóvenes, ya que la vida sexual no gira sólo alrededor del matrimonio. Esto lleva al aspecto del derecho a ser diferente, ya sea en términos de estilo de vida -la elección de vivir en familia o sola, con o sin hijos- o de preferencias sexuales. Deben reconocerse los derechos reproductivos de la mujer lesbiana" [25].

Estos "derechos" de las lesbianas, incluirían también el "derecho" de las parejas lesbianas a concebir hijos a través de la inseminación artificial, y de adoptar legalmente a los hijos de sus compañeras.

Pero los defensores del "género" no sólo proponen este tipo de aberraciones sino que además defienden el "derecho a la salud" que, en honor a la verdad, se aleja por completo de la verdadera salud del ser humano. En efecto, ignorando el derecho de todo ser humano a la vida, estos proponen el derecho a la salud, que incluye el derecho a la salud sexual y reproductiva. Paradójicamente, esta "salud reproductiva" incluye el aborto y por tanto, la "muerte" de seres humanos no nacidos.

No en vano, las "feministas de género" son fuertes aliadas de los Ambientalistas y Poblacionistas. Según OLeary, aunque las tres ideologías no concuerdan en todos sus aspectos, tienen en común el proyecto del aborto. Por un lado, los Ambientalistas y Poblacionistas, consideran esencial para el éxito de sus agendas, el estricto control de la fertilidad y para ello están dispuestos a usar la "perspectiva de género". La siguiente cita de la Division for the Advance of Women (División para el Avance de las Mujeres) propuesta en una reunión organizada en consulta con el Fondo de Población de la ONU, revela la manera de pensar de aquellos interesados primariamente en que haya cada vez menos gente que vea el "género":

"Para ser efectivos en el largo plazo, los programas de planificación familiar deben buscar no sólo reducir la fertilidad dentro de los roles de género existentes, sino más bien cambiar los roles de género a fin de reducir la fertilidad" [26].

Así, los "nuevos derechos" propuestos por las "feministas de género", no se reducen simplemente a los derechos de "salud reproductiva" que como hemos mencionado ya, promueven el aborto de un ser humano no nacido, sino que además exigen el "derecho" a determinar la propia identidad sexual. En un volante que circuló durante la Conferencia de Pekín, la ONG International Gay and Lesbian Human Rights Commission (Comisión Internacional de los Derechos Humanos de Homosexuales y Lesbianas) exigió este derecho en los siguientes términos:

"Nosotros, los abajo firmantes, hacemos un llamado a los Estados Miembros a reconocer el derecho a determinar la propia identidad sexual; el derecho a controlar el propio cuerpo, particularmente al establecer relaciones de intimidad; y el derecho a escoger, dado el caso, cuándo y con quién engendrar y criar hijos, como elementos fundamentales de todos los derechos humanos de toda mujer, sin distingo de orientación sexual".

Esto es más preocupante aún si se toma en cuenta que para las "feministas de género" existen cinco sexos. Rebecca J. Cook, docente de Leyes en la Universidad de Toronto y redactora del aporte oficial de la ONU en Pekín, señala en la misma línea de sus compañeros de batalla, que los géneros masculino y femenino, serían una "construcción de la realidad social" que deberían ser abolidos.

Increíblemente, el documento elaborado por la feminista canadiense afirma que "los sexos ya no son dos sino cinco", y por tanto no se debería hablar de hombre y mujer, sino de "mujeres heterosexuales, mujeres homosexuales, hombres heterosexuales, hombres homosexuales y bisexuales".

La "libertad" de los propulsores del "género" para afirmar la existencia de 5 sexos, contrasta con todas las pruebas científicas existentes según las cuales, sólo hay dos opciones desde el punto de vista genético: o se es hombre o se es mujer, no hay absolutamente nada, científicamente hablando, que esté en el medio.


Fuente: www.aciprensa.com

sábado, 19 de enero de 2013

La Ideología de Género - Sus Peligros y Alcances (2)

Neo Marxismo

En palabras de Dale OLeary, la teoría del "feminismo de género" se basa en una interpretación neo-marxista de la historia. Comienza con la afirmación de Marx, de que toda la historia es una lucha de clases, de opresor contra oprimido, en una batalla que se resolverá solo cuando los oprimidos se percaten de su situación, se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. La sociedad será totalmente reconstruida y emergerá la sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos.

OLeary agrega que Frederick Engels fue quien sentó las bases de la unión entre el marxismo y el feminismo. Para ello cita el libro "El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado", escrito por el pensador alemán en 1884 en el que señala:

"El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con la del sexo femenino por el masculino" [9] .

Según OLeary, los marxistas clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la propiedad privada, se facilitara el divorcio, se aceptara la ilegitimidad, se forzara la entrada de la mujer al mercado laboral, se colocara a los niños en institutos de cuidado diario y se eliminara la religión. Sin embargo, para las "feministas de género", los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases.

En ese sentido, la feminista Shulamith Firestone afirma la necesidad de destruir la diferencia de clases, más aún la diferencia de sexos: "asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con el privilegio de la clase económica, sino con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser igualmente -a diferencia del primer movimiento feminista- no simplemente acabar con el privilegio masculino sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente" [10] .


Cuando la Naturaleza estorba


Es claro pues que para esta nueva "perspectiva de género", la realidad de la naturaleza incomoda, estorba, y por tanto, debe desaparecer. Al respecto, la propia Shulamith Firestone decía:

"Lo natural no es necesariamente un valor humano. La humanidad ha comenzado a sobrepasar a la naturaleza; ya no podemos justificar la continuación de un sistema discriminatorio de clases por sexos sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. De hecho, por la sola razón de pragmatismo empieza a parecer que debemos deshacernos de ella" [11].

Para los apasionados defensores del la "nueva perspectiva", no se deben hacer distinciones porque cualquier diferencia es sospechosa, mala, ofensiva. Dicen además que toda diferencia entre el hombre y la mujer es construcción social y por consiguiente tiene que ser cambiada.

Buscan establecer una igualdad total entre hombre y mujer, sin considerar las naturales diferencias entre ambos, especialmente las diferencias sexuales; más aún, relativizan la noción de sexo de tal manera que, según ellos, no existirían dos sexos, sino más bien muchas "orientaciones sexuales".

Así, los mencionados promotores del "género" no han visto mejor opción que declararle la guerra a la naturaleza y a las opciones de la mujer. Según OLeary, las "feministas de género" a menudo denigran el respeto por la mujer con la misma vehemencia con que atacan el irrespeto, porque para ellas el "enemigo" es la diferencia.

Sin embargo, es evidente que no toda diferencia es mala ni mucho menos irreal. Tanto el hombre como la mujer -creados a imagen y semejanza de Dios- tienen sus propias particularidades naturales que deben ser puestas al servicio del otro, para alcanzar un enriquecimiento mutuo. Esto, claro está, no significa que los recursos personales de la femineidad sean menores que los recursos de la masculinidad; simplemente significa que son diferentes.

En tal sentido, si aceptamos el hecho de que hombre y mujer son diferentes, una diferencia estadística entre hombres y mujeres que participen en una actividad en particular, podría ser más que una muestra de discriminación, el simple reflejo de esas diferencias naturales entre hombre y mujer.

No obstante, ante la evidencia de que estas diferencias son naturales, los propulsores de la "nueva perspectiva" no cuestionan sus planteamientos sino más bien atacan el concepto de naturaleza.

Además, consideran que las diferencias de "género", que según ellos existen por construcción social, fuerzan a la mujer a ser dependiente del hombre y por ello, la libertad para la mujer consistirá, no en actuar sin restricciones indebidas, sino en liberarse de "roles de género socialmente construidos". En ese sentido, Ann Ferguson y Nancy Folbre afirman:

"Y las feministas deben hallar modos de apoyo para que la mujer identifique sus intereses con la mujer, antes que con sus deberes personales hacia el hombre en el contexto de la familia. Esto requiere establecer una cultura feminista revolucionaria auto-definida de la mujer, que pueda sostener a la mujer, ideológica y materialmente fuera del patriarcado. Las redes de soporte contra-hegemónico material y cultural pueden proveer substitutos mujer-identificados de la producción sexo-afectiva patriarcal, que proporcionen a las mujeres mayor control sobre sus cuerpos, su tiempo de trabajo y su sentido de sí mismas." [12]

Con dicho fin, Ferguson y Folbre diseñan 4 áreas claves de "ataque":

1) Reclamar apoyo económico oficial para el cuidado de niños y los derechos reproductivos.

2) Reclamar libertad sexual, que incluye el derecho a la preferencia sexual (derechos homosexuales/lesbianos).

3) El control feminista de la producción ideológica y cultural (es importante porque la producción cultural afecta los fines, el sentido de sí mismo, las redes sociales y la producción de redes de crianza y afecto, amistad y parentesco social).

4) Establecer ayuda mutua: sistemas de apoyo económico a la mujer, desde redes de identificación única con la mujer, hasta juntas de mujeres en los sindicatos que luchen por los intereses femeninos en el trabajo asalariado. [13]


Una buena excusa: La mujer


Luego de revisar la peculiar "agenda feminista", Dale OLeary evidencia que el propósito de cada punto de la misma no es mejorar la situación de la mujer, sino separar a la mujer del hombre y destruir la identificación de sus intereses con los de sus familias. Asimismo, agrega la experta, el interés primordial del feminismo radical nunca ha sido el de mejorar directamente la situación de la mujer ni aumentar su libertad. Por el contrario, para las feministas radicales activas, las mejoras menores pueden obstaculizar la revolución de clase sexo/género.

Esta afirmación es confirmada por la feminista Heidi Hartmann que radicalmente afirma:

"La cuestión de la mujer nunca ha sido la cuestión feminista. Esta se dirige a las causas de la desigualdad sexual entre hombres y mujeres, del dominio masculino sobre la mujer" [14].
No en vano, durante la Conferencia de Pekín, la delegada canadiense Valerie Raymond manifestó su empeño en que la cumbre de la mujer se abordara paradójicamente "no como una conferencia de la mujer" sino que "los temas debían enfocarse a través de una óptica de género".

Así, dice OLeary, la "nueva perspectiva" tiene como objeto propulsar la agenda homosexual/lesbiana/bisexual/transexual, y no los intereses de las mujeres comunes y corrientes.


Roles socialmente construidos

Para tratar este punto, tomemos la definición de "género" señalada en un volante que fuera circulado en la Reunión del ComPrep (Comité Preparatorio de Pekín) por partidarias de la perspectiva en cuestión.

"Género se refiere a los roles y responsabilidades de la mujer y del hombre que son determinados socialmente. El género se relaciona a la forma en que se nos percibe y se espera que pensemos y actuemos como mujeres y hombres, por la forma en que la sociedad está organizada, no por nuestras diferencias biológicas".

 
Vale señalar que el término rol distorsiona la discusión. Siguiendo el estudio de OLeary, el rol se define primariamente como: parte de una producción teatral en la cual una persona, vestida especialmente y maquillada, representa un papel de acuerdo a un libreto escrito. El uso del término rol o de la frase roles desempeñados transmite necesariamente la sensación de algo artificial que se le impone a la persona.

Cuando se sustituye rol por otro vocablo -tal como vocación-, se pone de manifiesto cómo el término rol afecta nuestra percepción de identidad. Vocación envuelve algo auténtico, no artificial, un llamado a ser lo que somos. Respondemos a nuestra vocación a realizar nuestra naturaleza o a desarrollar nuestros talentos y capacidades innatos. En ese sentido, por ejemplo, OLeary destaca la vocación femenina a la maternidad, pues la maternidad no es un rol.

Cuando una madre concibe a un hijo, emprende una relación de por vida con otro ser humano.

Esta relación define a la mujer, le plantea ciertas responsabilidades y afecta casi todos los aspectos de su vida. No está representando el papel de madre; es una madre. La cultura y la tradición ciertamente influyen sobre el modo en que la mujer cumple con las responsabilidades de la maternidad, pero no crean madres, aclara OLeary.

Sin embargo, los promotores de la "perspectiva de género" insisten en decir que toda relación o actividad de los seres humanos es resultado de una "construcción social" que otorga al hombre una posición superior en la sociedad y a la mujer una inferior. Según esta perspectiva, el progreso de la mujer requiere que se libere a toda la sociedad de esta "construcción social", de modo que el hombre y la mujer sean iguales.

Para ello, las "feministas de género" señalan la urgencia de "deconstruir estos roles socialmente construidos", que según ellas, pueden ser divididos en tres categorías principalmente:

- Masculinidad y Feminidad. Consideran que el hombre y la mujer adultos son construcciones sociales; que en realidad el ser humano nace sexualmente neutral y que luego es socializado en hombre o mujer. Esta socialización, dicen, afecta a la mujer negativa e injustamente. Por ello, las feministas proponen depurar la educación y los medios de comunicación de todo estereotipo y de toda imagen específica de género, para que los niños puedan crecer sin que se les exponga a trabajos "sexo-específicos".

- Relaciones familiares: padre, madre, marido y mujer. Las feministas no sólo pretenden que se sustituyan estos términos "género-específicos" por palabras "género-neutrales", sino que aspiran a que no haya diferencias de conducta ni responsabilidad entre el hombre y la mujer en la familia. Según Dale OLeary, ésta es la categoría de "roles socialmente construidos" a la que las feministas le atribuyen mayor importancia porque consideran que la experiencia de relaciones "sexo-específicas" en la familia son la principal causa del sistema de clases "sexo/géneros".

- Ocupaciones o profesiones. El tercer tipo de "roles socialmente construidos" abarca las ocupaciones que una sociedad asigna a uno u otro sexo.

Si bien las tres categorías de "construcción social" ya podrían ser suficientes, el repertorio de las "feministas de género" incluye una más: la reproducción humana que, según dicen, también es determinada socialmente. Al respecto, Heidi Hartmann afirma:

"La forma en que se propaga la especie es determinada socialmente. Si biológicamente la gente es sexualmente polimorfa y la sociedad estuviera organizada de modo que se permitiera por igual toda forma de expresión sexual, la reproducción sería resultado sólo de algunos encuentros sexuales: los heterosexuales. La división estricta del trabajo por sexos, un invento social común a toda sociedad conocida, crea dos géneros muy separados y la necesidad de que el hombre y la mujer se junten por razones económicas. Contribuye así a orientar sus exigencias sexuales hacia la realización heterosexual, y a asegurar la reproducción biológica. En sociedades más imaginativas, la reproducción biológica podría asegurarse con otras técnicas." [15]


El objetivo: desconstruir la sociedad


Queda claro pues, que la meta de los promotores de la "perspectiva de género", fuertemente presente en Pekín, es el llegar a una sociedad sin clases de sexo. Para ello, proponen desconstruir el lenguaje, las relaciones familiares, la reproducción, la sexualidad, la educación, la religión, la cultura, entre otras cosas. Al respecto, el material de trabajo del curso Re-Imagen del Género, dice lo siguiente:

"El género implica clase, y la clase presupone desigualdad. Luchar más bienpor desconstruir el género llevará mucho más rápidamente a la meta. Bien, es una cultura patriarcal y el género parece ser básico al patriarcado. Después de todo, los hombres no gozarían del privilegio masculino si no hubiera hombres. Y las mujeres no serían oprimidas sino existiera tal cosa como la mujer. Acabar con el género es acabar con el patriarcado, como también con las muchas injusticias perpetradas en nombre de la desigualdad entre los géneros" [16].

En tal sentido, Susan Moller Okin escribe un artículo en el que se lanza a pronosticar lo que para ella sería el "soñado futuro sin géneros":

"No habría presunciones sobre roles masculino o femenino; dar a luz estaría conceptualmente tan distante de la crianza infantil, que sería motivo de asombro que hombres y mujeres no fueran igualmente responsables de las áreas domésticas, o que los hijos pasaran mucho más tiempo con uno de los padres que con el otro. Sería un futuro en el que hombres y mujeres participen en número aproximadamente igual en todas las esferas de la vida, desde el cuidado de los infantes hasta el desempeño político de más alto nivel, incluyendo los más diversos tipos de trabajo asalariado. Si hemos de guardar la más mínima lealtad a nuestros ideales democráticos, es esencial distanciarnos del género. Parece innegable que la disolución de roles de género contribuiría a promover la justicia en toda nuestra sociedad, haciendo así de la familia un sitio mucho más apto para que los hijos desarrollen un sentido de justicia" [17].


Para ello, también proponen la "desconstrucción de la educación" tal como se lee en el discurso que la Presidenta de Islandia, Vigdis Finnbogadottir, diera en una conferencia preparatoria a la Conferencia de Pekín organizada por el Consejo Europeo en febrero de 1995. Para ella, así como para todos los demás defensores de la "perspectiva de género", urge desconstruir no sólo la familia sino también la educación. Las niñas deben ser orientadas hacia áreas no tradicionales y no se las debe exponer a la imagen de la mujer como esposa o madre, ni se les debe involucrar en actividades femeninas tradicionales.

"La educación es una estrategia importante para cambiar los prejuicios sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad. La perspectiva del género debe integrarse en los programas. Deben eliminarse los estereotipos en los textos escolares y conscientizar en este sentido a los maestros, para asegurar así que niñas y niños hagan una selección profesional informada, y no en base a tradiciones prejuiciadas sobre el género" [18].


Fuente: www.aciprensa.com